A la segunda y ahora sí a resguardo…

Wikipedia nos lo recuerda: Dura lex, sed lex. Es un principio general del derecho, proveniente del derecho romano, que puede traducirse como “la ley es dura, pero es ley”. Alude a que la aplicación de las leyes es obligatoria y que debe producirse contra todas las personas, sin excepción alguna. 

Por eso, si México quiere vivir en pleno acatamiento a las leyes vigentes, no hay que perder de vista los acontecimientos ocurridos el jueves pasado a partir de las primeras horas de la madrugada, en Culiacán, Sinaloa.

En una segunda vez, mediante un operativo en el que participaron elementos de las Secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y de la Guardia Nacional, se logró la recaptura de Ovidio Guzmán López, en la sindicatura de Jesús María, municipio de aquella localidad, suscitándose un fuerte enfrentamiento entre las autoridades y miembros de la delincuencia organizada.

Se vivieron escenas de terror y pánico entre la población culiacanense e incluso fue necesario el cierre de los aeropuertos de Culiacán, Mazatlán y Los Mochis --algo casi parecido o más violento a lo ocurrido el 17 de octubre de 2019-- cuando por primera vez fuera capturado, en la propia ciudad de Culiacán, Sinaloa, el famoso “Ovidio”, por las autoridades federales y, posteriormente, liberado por instrucciones del Presidente AMLO.

La recaptura de ese personaje ocurrió a poco tiempo de la llegada a nuestro país de Joseph Biden, Presidente de los Estados Unidos, con motivo de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, a celebrarse este lunes en la CDMX y en la que participan también Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá y, obvio, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Una de las cosas que hay que destacar es que, a diferencia del operativo del 17 de octubre de 2019, en el que luego de ser capturado Guzmán López fue liberado, esta vez la acción de las autoridades se llevó adelante, dando la impresión que algo se aprendió de los errores o fallas que al parecer hubo en aquella ocasión.

Como pudo verse, ahora conjuntamente y con una notoria coordinación, si bien se escenificaron actos violentos algunas horas del día tras la captura del capo, al final se logró poner orden y controlar la situación, siendo trasladado el detenido a la CDMX y concentrado en las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada donde fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público Federal para determinar su situación jurídica.

El saldo, según los reportes oficiales 29 muertos, entre ellos, 10 militares, 35 heridos (militares) y 21 detenidos.

Debe reconocérsele al Gobierno Federal, lo señalado por el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval Salinas al enfatizar que “citada detención fue derivada de seis meses de trabajos y reconocimiento y vigilancia en el área de influencia de este grupo criminal, donde se tenía conocimiento que llevaba a cabo sus actividades ilícitas”.

Lo señalado por el titular de la SEDENA, sin duda es una muy buena señal de que, sin desconocer lo complicado que debe ser para las autoridades enfrentar ese tipo de situaciones derivado del  diagnóstico del tema, relacionado con el narco en nuestro país, y que a estas alturas debe tener de sobra tanto el gobierno federal como los gobiernos locales y municipales se puede combatir eficazmente el problema y obtener buenos resultados,  como se demostró en este operativo.

Por si eso fuera poco, obsérvese muy bien lo señalado por la titular de la Secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien en “la mañanera” del viernes pasado subrayó que  “ninguna organización criminal es favorecida por el Gobierno”.

Así que les quede muy claro a todos esos adversarios de la 4T: No existe ningún pacto con grupos criminales y en ese sentido, el combate a la delincuencia, como lo ha señalado el Presidente López Obrador es un compromiso auténtico a cumplir por parte del gobierno de la República. 

(altar_mayor@yahoo.com.mx)