"Solamente lo barato se compra con el dinero."

Facundo Cabral

La humanidad creó el dinero como una herramienta intermediaria para facilitar el proceso de intercambio. Justamente, el dinero no es natural, sino un constructo social o una abstracción. De ahí que papeles y monedas que son físicamente iguales puedan tener distintas denominaciones. Su uso está tan difundido que se ha vuelto un elemento fundamental del mundo contemporáneo. La gente trabaja para satisfacer sus necesidades individuales, y utiliza el dinero para traducir el tiempo y el esfuerzo a un bien material, por desequilibrado que pueda ser. Para ahorrarse esta transacción, la falsificación de billetes y monedas es una actividad delictiva común.

El delito de falsificación es aquél en el que hay un elemento o una totalidad de falsedad en un objeto; es decir, se promete que un artículo es auténtico, y a simple vista lo parece, pero no lo es. Una forma de delito que está aumentando actualmente es la circulación de falsificación de moneda, que es llevada a cabo ya sea por individuos, pequeños grupos o por la delincuencia organizada. El aumento del delito de circulación de dinero falso no puede separarse del desarrollo sociocultural de la sociedad.

Los billetes estadounidenses se utilizan ampliamente dentro y fuera de Estados Unidos, y mantener su calidad y seguridad para todos los usuarios es una consideración importante en las decisiones de diseño y de educación pública. Algunas fuentes sugieren que la incidencia de las falsificaciones en la población es bastante pequeña, del orden de un billete por cada 40,000 para las emisiones del 2023. Esta cifra representa una disminución significativa con respecto a la última estimación de 1 por cada 10.000 basada en datos de 2005 y presentada en el Departamento de Tesorería de Estados Unidos (2006). Aunque es imposible saber con certeza cómo contribuyeron los diversos factores a esta disminución, este período incluyó la introducción de nuevos billetes más seguros.

De los alrededor de 2,300 millones de dólares estadounidenses en forma de papel moneda en circulación a fines de 2023, se registraron 102.1 millones de dólares en moneda falsificada transferida al público en todo el mundo durante el año fiscal 2023. Aunque hay una gran cantidad de moneda estadounidense en circulación por residente estadounidense, entre la mitad y dos tercios se mantiene fuera de los Estados Unidos. A pesar de la gran proporción de moneda estadounidense mantenida en el extranjero, casi la totalidad de los dólares en moneda falsificada del año fiscal 2023 se registraron como transferidas a nivel nacional. Si bien la pérdida asociada con una sola falsificación para la persona que la acepta por error puede ser significativa, la pérdida agregada de 102 millones de dólares en el año fiscal 2023 asciende a unos 30 centavos por residente estadounidense, proporcionalmente menor.

Las pérdidas por falsificación también han sido muy pequeñas en relación con el costo del fraude con tarjetas de crédito y otras formas de transacciones fraudulentas. Por ejemplo, en 2021, el costo de las pérdidas por fraude con tarjetas de crédito en los EE. UU. se estimó en 12,000 millones de dólares, o más de 100 veces el costo de la falsificación.

En México, de acuerdo con el Banco de México, durante 2022, el 12% de la población encuestada dijo que, en alguna ocasión, al momento de realizar una operación en la ventanilla de un banco, le indicaron que alguno de sus billetes era presuntamente falso; al 20% le indicaron que alguno de sus billetes era falso al momento de realizar una operación en algún comercio o servicio, y al 18% le indicaron que alguno de sus billetes era falso al darlo a otra persona. Por otro lado, las denominaciones más frecuentes de billetes falsos fueron $200 (43%), $500 (37%), $50 (21%) y $100 (20%) (la respuesta es múltiple, por eso no suma 100 %). La principal característica que hizo que se dudara de la legitimidad fue la textura del billete.

Es importante saber cómo proceder en el escenario de encontrarse con un billete o moneda falsos. En caso de dudar de su autenticidad, lo prudente es no usarlos para hacer pagos. Pagar con una pieza falsa es un delito federal que se castiga con hasta doce años de prisión. Se debe llevar el billete o moneda presuntamente falsa a cualquier sucursal bancaria para que se envíe al Banco de México y se analice. Solo el Banco de México puede determinar si un billete o moneda es auténtico o falso.

Si al realizar un pago se indica que algún billete y/o moneda parece falso, lo correcto es pedir que se le devuelvan. Únicamente los bancos pueden quedarse con billetes o monedas que parecen falsos y, a cambio, deben entregar un recibo. Si los billetes fueron recibidos en un cajero automático, se entregará el importe de los billetes presentados. La educación de la gente para cortar las cadenas de dinero falsificado es otra forma de protegernos entre todas y todos.

jorgequirozcasanova@gmail.com