Más vale dos o tres trabajadores ausentes, que un cierre total
NO EXIGIR constancia a los trabajadores que lleguen con síntomas los trabajadores y DOS.
Un gran dilema se enfrenta en estos días: la secretaria de Salud, Silvia Roldán, pide a los tabasqueños que si tienen síntomas se queden en casa. Pero hay empresas que exigen justificante médico que se debe obtener presencialmente. ¿Por qué no hacer válidos los comprobantes de pruebas realizadas por laboratorios autorizados‽ ¿Por qué no atender el llamado de las autoridades estatales? Esta sería una manera de no saturar los servicios hospitalarios donde ya los médicos y enfermeras se convirtieron en población de alta vulnerabilidad.
Hay instituciones, inclusive públicas que instruyen a sus empleados para que acudan a tramitar su justificante a las oficinas, a pesar de que las áreas donde esto se hace están atestadas de presuntos y reales infectados. Pudimos constatar que algunas dependencias se acogen a un mandato y reglas nacionales, lo que no debería ser obstáculo para que se coordinaran con las autoridades y personal de salud estatales y municipales, que es donde tienen el pulso de la pandemia a ras de tierra. El control está bien, pero como dijo el Presidente, hay que confiar en la gente.
¿Cuáles son las instrucciones giradas por la Secretaría de Salud?
Uno.- NO EXIGIR constancia a los trabajadores que lleguen con síntomas los trabajadores y DOS.- Pedir que se retiren a su domicilio únicamente informando a su jefe superior sin intermediarios (sindicales o de otro tipo). TRES.-Hacerles válida la asistencia aunque no lleguen durante los siete días reglamentarios o más si es necesario, aunque esto último avalado ya por los servicios médicos. CUATRO.- Cuando se reincorporen a sus actividades es obligación de su centro de trabajo aplicarles una prueba rápida de antígeno.
Es algo tan simple, me parece, que impediría un mayor impacto. Y que obligue a cerrar completamente las actividades y colapse los servicios médicos. No olvidemos que tenemos población altamente vulnerable. La falta de atención a protocolos mínimos eleva los costos de la pandemia. Más vale un empleado ausente que una empresa u oficina cerrada…o el cierre total.
USAR CUBREBOCAS Y LA RAZÓN
Reproduzco un comentario que me han hecho llegar y que refleja esta situación:
Asumir con lógica que ante los síntomas de gripa, es necesario el aislamiento, puede ocasionar problemas a nivel administrativo, es decir, a nivel de relaciones laborales con la empresa. Se presume que el trabajador cae en falta administrativa cuando decide con prontitud por su beneficio personal y familiar, acudir de primer paso a una consulta que no sea de su empresa, para evitar la aglomeración de personas que se presentan en las áreas de urgencias de los servicios médicos empresariales.
Supongamos que presenta síntomas no leves, pero sí de golpe, y son verdaderamente incómodos. Que decide reportar la situación con su jefe inmediato, quien a su vez le indica trasladarse al área de urgencias de los servicios médicos, en el mejor de los casos; en otros no expresan mayormente nada, pero cuando presenta la constancia particular empiezan los problemas.
La enfermedad siempre se ha considerado un pasivo que mina no solo la salud, sino la economía y dota de una etiqueta a quien la padece. Pero seamos claros: realmente no se le ha dado el lugar que le corresponde, o bien, se le descarta hasta el último lugar cuando debe permanecer una constante vigilancia, así como se pagan los impuestos.
Prevalecen ahora: la indiferencia y la ausencia de empatía. Sólo así se entiende que en el contexto de este rebrote no se acepten las ausencias laborales ante un hecho: estamos ante la cuarta ola de contagios, y como puede apreciarse es más virulento quizá, que en 2020. Entonces fue el miedo, ahora es la inconsciencia basada en los argumentos de que la población fue vacunada, y ahora es leve, lo que no es leve es la consideración hacia el otro, ese mal, no se erradica.
¿Cuándo podremos usar el SENTIDO COMÚN para disminuir los costos de nuestros males? Parecemos empeñados en echarle gasolina al fuego.
PRIMERA PARADA
Para que quede claro, la secretaria del Trabajo Luisa María Alcalde Luján hizo un llamado a los empleadores para que reconozcan el denominado “permiso COVID-19” que soliciten los trabajadores para evitar aglomeraciones en los centros donde se realizan las pruebas de posible contagio. Aseguró que junto a directivos del IMSS verificarán si en los centros laborales se cumplen los protocolos de seguridad y salud en todas las entidades federativas del país.
SEGUNDA PARADA
Respecto a la licencia COVID insistió: “Es un permiso que no necesita la prueba y esto nos ayuda a que no existan este cúmulo de gente que está tratando de sacar una prueba”. Ojo: los efectos legales y administrativos del “permiso COVID-19” son los mismos que una incapacidad temporal.
TERCERA PARADA
Pero, como decíamos al principio, en varios centros de trabajo se exige a los empleados llevar su comprobante oficial –de una institución pública- de prueba PCR…y en algunos estados ya no hay reactivos.