Los legados de López Obrador
El último libro escrito por AMLO en su calidad de Presidente de la República lleva por título una sola palabra: ¡GRACIAS! Es importante el título porque bien pudo llamarle "Misión Cumplida" u otros usuales para una obra de síntesis de una vida política
El último libro escrito por AMLO en su calidad de Presidente de la República lleva por título una sola palabra: ¡GRACIAS! Es importante el título porque bien pudo llamarle "Misión Cumplida" u otros usuales para una obra de síntesis de una vida política. Pero López Obrador quiso, con sincera humildad, expresar su gratitud al pueblo de México por haberle permitido servirle para y cumplir su vocación política. También agradeció el apoyo brindado para emprender un camino propio y diferente a lo acostumbrado y recomendado por expertos de organismos internacionales marcado por el llamado neoliberalismo, la globalización y el libre mercado. Sólo el respaldo popular podría hacer factible tomar tal decisión y afrontar todos los obstáculos y adversidades que implicó.
Desde 1988 que, no sin fraude electoral de por medio, se instaló el modelo en México, incluso con el antecedente de un pleito en el gabinete de Miguel de la Madrid entre el neoliberal Salinas y el estabilizador Silva Herzog, perdido por este último; ahí se decidió el dedazo presidencial instruido por los dueños del gran capital. Su más cercano competidor, Alfredo del Mazo González, se promovió mediante un programa de reconversión industrial tendente a recuperar la fortaleza del estado y sus empresas productivas, de manera de combatir su privatización ordenada desde el exterior. Así resultó sencillo dejar de lado un nacionalismo revolucionario cada vez más controvertido a nivel internacional y adoptar el suave tobogán que nos llevaría al primer mundo.
Con trampas y fraudes de por medio, el modelo neoliberal se instauró durante 36 años durante los que el país decayó severamente y su pueblo se empobreció dramáticamente en todos los sentidos; la migración a los Estados Unidos fue la única válvula de escape que evitó un estallido social de pronóstico reservado. La otra válvula no resultó de escape sino de rompimiento social, la violencia y el narcotráfico que se implantaron en el tejido social.
Gracias al pueblo, que en 2018 sonó la campana y multitudinariamente respaldó la candidatura presidencial (la tercera) de López Obrador, pudo detenerse y revertirse la caída libre al vacío al que nos llevaban los gerentes que ocupaban la presidencia, todos al servicio de la poderosa oligarquía nacional e internacional. Ahí se levantó el acta de defunción del neoliberalismo y se inició la transformación de la vida pública (la cuarta). La única gestada y llevada por la vía pacífica y legítima. Aunque no tersa y civilizada; quienes vieron trastocados sus privilegios han aplicado toda clase de recetas para minar el proyecto y derrocar al presidente López Obrador, quien ha hecho gala de talante democrático para evitar cualquier suerte de represión o censura, no obstante, la postura inversa de la oposición y sus grandes recursos financieros destinados a la más sucia de las guerras mediáticas de la historia.
La primera batalla se libró en torno a la construcción del aeropuerto en el Lago de Texcoco. López Obrador fue muy comedido; convocó a reuniones de análisis y debate con todos los involucrados, empresas y expertos, en general proclives a la continuación del proyecto, que no cedieron en su postura ni en sus intereses. AMLO y su muy calificado equipo, encabezado por Javier Jiménez Espriú, aportaron toda la información válida para sustentar la cancelación del proyecto y su traslado a Santa Lucía. Incapaz de vencer la mezcolanza de intereses, convocó a una consulta al pueblo, entonces no contemplada en la ley, pero que tuvo una abrumadora mayoría de votos aprobatorios de los relativamente pocos que acudieron a votar; que fue suficiente para tomar la riesgosa decisión de cancelar y pagar los gastos ya comprometidos. Se aprovechó la capacidad constructiva de los ingenieros militares y la obra se ejecutó en menor tiempo y costo así como una gran calidad. La oposición sigue hasta la fecha boicoteando la obra, no obstante, la sobresaturación del actual aeropuerto. Recomiendo la lectura del libro "La Cancelación" de Jiménez Espriú, para conocer toda la información técnica del caso.
Subproducto de lo anterior, AMLO se percató de la enorme riqueza que significaban las fuerzas armadas en materia de construcción y administración de proyectos, lo que le llevó a confiarles muchos otros proyectos estratégicos, con el consiguiente disgusto del sector empresarial. Las posiciones estaban definidas y la guerra siguió su curso, siempre en complicidad de la oposición empresarial, la minoría en las cámaras (suficiente para vetar reformas constitucionales) y el poder judicial siempre conservador. La prensa, en su gran mayoría, como vector del ataque al presidente.
López Obrador optó por dos vías consideradas como pecados de lesa a la libertad económica por los expertos: la entrega de apoyos directos y en efectivo para los más desposeídos y la obra pública generadora de riqueza para todos. La refinería en Dos Bocas, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, las presas en Sinaloa y Nayarit, los Planes de Justicia a los Pueblos Indígenas, el Banco del Bienestar con más de 2000 sucursales; el IMSS-Bienestar, Agua para Monterrey, Guadalajara y la Laguna, las recuperaciones de PEMEX y de la CFE, la Guardia Nacional con 139 mil elementos, entre muchas otras acciones de gobierno. Los Programas Sociales se llevan la palma beneficiando a millones de familias, incluyendo a los adultos mayores y a los jóvenes.
Nunca habíamos visto un tren de trabajo tan rotundo como en el actual gobierno. El presidente de mayor edad en la historia trabajando como el de menor edad por su ímpetu. Luchando a pecho abierto y con las conferencias mañaneras como escudo protector, pero también como vía de comunicación con su pueblo. Tal forma de proceder ha logrado algo de la mayor relevancia: el respaldo de un gran pueblo ilustrado por un gran maestro formador de conciencia ciudadana.
En las postrimerías de este primer gobierno popular todo indica que la gente está contenta y que la próxima elección ratificará la decisión de continuar por el mismo rumbo para dotar de un segundo piso a la transformación. Será tarea de todos garantizar que así suceda.
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