Religión, ignorancia y libros de texto
Sabrán estos curas, junto con Javier Alatorre, Salinas Pliego y demás fifís que en su obra magna “EL Capital”, ¿Karl Marx nunca habla de comunismo?
¿Sabrán esos curas, dedicados a engañar al pueblo, y los “cultos” de Xóchitl Gálvez, Vicente Fox y Peña junto con Borolas qué investigador afirmó: “La burguesía ha desempeñado en la historia un papel altamente revolucionario”? Pareciera que lo dijo Carlos Slim, Nelson Rockefeller o J. P. Morgan. ¿Sabrán las personas que se dicen cultas y saben de todo que Karl Marx lo dijo en el “Manifiesto del Partido Comunista”? Sabrán estos curas, junto con Javier Alatorre, Salinas Pliego y demás fifís que en su obra magna “EL Capital”, ¿Karl Marx nunca habla de comunismo?
En esa obra en tres tomos que en total suman 2 094 páginas, traducida del alemán por Wenceslao Roces y editada por el Fondo de Cultura Económica, sólo como seis o siete veces Marx menciona la palabra comunismo en esas páginas y de lo que menos habla precisamente es de comunismo.
Cuando se recién publicó esta obra, Friedrich Engels afirmó: “Seguramente este libro producirá una gran decepción a cierta clase de lectores. Trátase de una obra cuya aparición venía siendo anunciada por determinados elementos desde hace ya varios años. Se esperaba, sin duda, que en ella se revelasen los verdaderos misterios y la panacea del socialismo y puede que algunas gentes, nos dice Engels, al saber que la obra salía por fin a la luz pública, creyeran que iban a ver reseñado en ella, con todos sus detalles, el reino milenario del comunismo. Desde luego quien se dispusiera a delectarse en la contemplación de ese futuro, a través de las páginas de este libro, se ha equivocado de medio a medio. Lo que el lector averigua en esta obra no es precisamente cómo han de ocurrir las cosas, sino cómo no debieran suceder; esto sí se lo dice el autor, con una claridad y una dureza sin ambages”, termina diciéndonos Friedrich Engels.
Corolario: no hablemos, ni juzguemos lo que no conocemos. Y en este pueblo que dedica horas de su vida a ver la basura de la televisión comercial y donde muy pocos leen, al igual que los curas, todos opinan de todo porque en su ignorancia saben de todo. Para que nuestro pueblo, y yo soy parte de ese pueblo y soy pueblo también, abra los ojos y no se deje engatusar por los curas y la televisión comercial, tiene que leer mucho. Acuérdense: “La verdad os hará libres”. Pero precisamente esto es lo que no quieren gentes como Salinas Pliego, Claudio X. 2 González y los ignorantes Xóchitl Gálvez, Vicente Fox o el ignorante obispo de Aguas Calientes que pide desechar los libros, por ejemplo.
Y estos curas no nos vengan a hablar de sus miedos al antidemocrático y totalitarismo comunista porque si alguna institución ha sido antidemocrática y totalitaria es la iglesia: ahí no hay votaciones, ni los feligreses pueden discrepar, ni cuestionar lo que dice el cura. En esa institución los feligreses no votan por los curas, por los obispos, arzobispos y hasta por el mismo Papa. Ahí los nombramientos vienen desde arriba, de manera piramidal, como se hacía en el viejo estilo priísta, de los años del poderoso presidencialismo donde gobernadores, senadores y diputados y demás, eran nombrados por el poderoso tlatoani desde arriba. Ahí tampoco había democracia.
Además, en la iglesia los nombramientos son vitalicios, no se cambian cada tres años o seis años como en la “democracia” pagana y laica. Y en los nombramientos de curas, obispos y demás, la mujer no cuenta porque si alguna institución es misógina es la iglesia: jamás he conocido una mujer cura, obispa o arzobispa. ¡Y el colmo!, resulta que para esa institución la mujer no parió al hombre, sino que ella nació de la costilla de un macho llamado Adán. Hasta el derecho de parir le quitó a la mujer esa institución. Todo eso es machismo y misoginia.
Además, en esa institución al que discrepa, al que cuestiona o duda se le llama blasfemo, sacrílego, hereje. Supuestos padres de familia, la mayoría de una comunidad evangélica de San Antonio del Monte de San Cristóbal, Chiapas, en lengua tzotzil y en español les gritaban ¡Libros del diablo! a los libros de texto gratuito mientras los quemaban.
En Europa en la Edad Media se quemaba en la hoguera al fulano que discrepaba de los dogmas de la Iglesia, aquí en México la “Santa” Inquisición se encargaba de la vida del pobre fulano que se atreviera a discrepar. Así que, ¿qué nos pueden decir esos ignorantes curas hoy de democracia y de libertad?
Recordemos que en el viejo régimen del poderoso régimen priísta al que discrepaba y se expresaba contra el sagrado presidente se les encerraba en Lecumberri, lo desaparecían en el Ajusco o les brindaban una matanza como la del 2 de octubre de 1968 o el 10 de junio de 1971. No existía el libertinaje periodístico como el que insulta hoy al presidente Andrés Manuel y no pasa nada. Sin embargo, se atreven a calificarlo de 3 autoritario esos cínicos que añoran el chayote. Ojalá esos valientes de hoy se hubieran atrevido a insultar al presidente Díaz Ordaz o al presidente Echeverría. Por el contrario, esos descendientes de la Santa Inquisición, “defensores” de la libertad y de la democracia (llámenle chayote), hasta “La Mañanera” le quieren quitar al presidente a quien acusan cínicamente de dictador. ¿Qué les parece? (Investigador y profesor de la UJAT)