La reforma, semana crucial

Como todo mundo sabe, dicha iniciativa de reforma constitucional es un acontecimiento que ha causado mucho revuelo y está ocupando los espacios de la prensa escrita y noticiarios de televisión no solo nacional sino a nivel internacional.

Dice el vulgo popular: no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza y la semana que inicia será crucial en el tema de la reforma judicial impulsada por el Presidente AMLO.

Como todo mundo sabe, dicha iniciativa de reforma constitucional es un acontecimiento que ha causado mucho revuelo y está ocupando los espacios de la prensa escrita y noticiarios de televisión no solo nacional sino a nivel internacional.

Es una reforma que, por ejemplo, ha sido calificada por una experta en el asunto, la ministra en retiro Olga Sánchez Cordero, como de "gran calado" y que entre sus postulados contempla la elección de ministros de la SCJN, Magistrados y Jueces del Poder Judicial de la Federación,  mediante el voto popular, para lo cual se han contemplado dos momentos donde se habrán de realizar elecciones, esto es, en 2025 y 2027.

Tal acontecimiento, por una parte, ha propiciado el levantamiento de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, a los que se han sumado los magistrados y juzgadores del Poder Judicial de la Federación, así como también los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación inclusive de la propia magistrada-presidenta Norma Piña.

De igual forma, algunos sectores de la sociedad, entre ellos estudiantes de las escuelas y facultades de derecho, de entre instituciones, como la UNAM y de universidades del país, catedráticos, investigadores, trabajadores de empresas, servidores del poder judicial de los Estados, se han expresado de diversas maneras, entre otras, mediante suspensión o paro de labores, protestas y hasta cierre de oficinas e instalaciones de gobierno.

Todo ello con el afán de detener o echar abajo la multicitada reforma judicial.

Se ha generado, incluso, un abundante intercambio de dimes y diretes, entre el gobierno federal y sus simpatizantes y miembros de los partidos políticos y de la sociedad en general, todos  enfrascándose en una soterrada lucha por tratar de convencer uno al otro: el gobierno de las bondades de la reforma y los que se oponen, de los riesgos que, argumentan, representa la misma, particularmente por lo que –según dicen-- es el sometimiento del poder judicial de la federación al mando del titular del ejecutivo federal como ya, supuestamente, ocurre en el caso del poder legislativo. Esto, a raíz de la mayoría alcanzada, en las elecciones del pasado 2 de junio.

El asunto, en opinión de expertos conocedores del tema, en verdad tiene sus bemoles pues se afirma que si la pretensión es acercar la justicia al pueblo, en la práctica la reforma el tiempo demostrará que ocurrirá lo contrario, y los impulsores de la iniciativa pareciera ser que no están dándole la importancia --pues como dijera la ministra en retiro es una reforma de "gran calado"-- porque si así fuera a dicha propuesta y difusión de la misma se le habría dado el tiempo suficiente para analizarla y discutirla con esa calidad de profunda reforma judicial.

Pero bueno, en tanto son peras o son manzanas Morena y sus aliados han cerrado filas con el mandatario tabasqueño, en tanto que, en un hecho inédito los ministros de la SCJN y los servidores del PJF han hecho lo propio, no paralizando labores totalmente, pero sí suspendiendo parcialmente actividades, a lo que se han sumado distintos sectores de la sociedad.

Todo esto, sin duda ya forma parte de la historia, como también el hecho inédito que el Pleno de la SCJN por mayoría de votos de los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Juan Luis González Alcántara, Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Ana Margarita Ríos Farjat, Javier Laynez Potisek,  Alberto Pérez Dayán y la Presidenta Norma Lucía Piña Hernández, con el voto en contra de las ministras Yasmin Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahif y Lenia Batres Guadarrama, hayan determinado suspender parcialmente actividades en apoyo al movimiento de los trabajadores de dicha institución.

Esto, indudablemente queda para la posteridad. A final de cuentas será la historia la que juzgará a cada uno de los principales actores políticos que hoy –entre acuerdos y desacuerdos— tienen en sus manos la balanza de la decisión final de dicha reforma judicial. (altar_mayor@yahoo.com.mx)