La paja y viga
En el fondo de la forma los Partidos Políticos representados en la Cámara de Diputados
En el fondo de la forma los Partidos Políticos representados en la Cámara de Diputados evidencian una tóxica sinrazón cuando los afines al Régimen obsesivamente pretenden derruir un Sistema Nacional de Elecciones, del que su evolución data hace 45 años, mientras que la Oposición puja por preservar el andamiaje incluyendo al Árbitro. Sin embargo, la Reforma Electoral exige insertar la inmediata transición de una decadente Partidocracia que armonice con la Calidad de la Democracia.
Es la Clase Cogobernante, los Actores Políticos, quienes requieren de una estructural actualización de gran calado que les haga competitivos en lo interno, así como al exterior; y no el Instituto Nacional Electoral con la atribución para reglamentar a los 32 órganos Públicos Locales.
El Árbitro posee un Servicio Profesional Electoral Nacional con la asignatura de la permanente capacitación y evaluación de un Capital Humano desde su ingreso por convocatorias públicas que emite. Una profesionalización de sus Servidores Electorales que les permite trabajar de manera coordinada para lograr la eficiencia de la función pública de organizar las elecciones, por voluntad popular de las Autoridades de Gobierno, Ejecutivas y Legislativas.
He aquí el éxito sobre todo en la complejidad de las votaciones concurrentes de junio de 2021 en la federal para diputaciones, además todas las renovaciones en las 32 entidades estatales locales las Alcaldías y/o congresistas, incluyendo entre estas 15 gubernaturas.
El desafío será mayor para el 2024 cuando el 2 de junio por voluntad popular se elegirá la próxima Presidencia del país que asumirá el 1 de octubre siguiente, teniendo los argumentos de la profesionalización para lograr el propósito, sin asomo alguno de considerar impugnaciones que motiven una anulación en lo técnico regido por los Principios Rectores de Certeza, Legalidad, Imparcialidad, Independencia, Objetividad y Máxima Publicidad. Desde luego que el Árbitro es perfectible, aunque no apremia.
Son los Partidos Políticos que requieren con urgencia los preceptos constitucionales que les exija calidad democrática al interior y exterior, desde la respectiva directiva hasta la militancia que hagan sentido con sus propios Principios de Doctrina y Programa de Gobierno, incluida la olvidada Escuela formación de Cuadros, adquiriendo la formación para el acceso a los cargos de Poder Público.
La Reforma Política Electoral emitida por Decreto el 10 de febrero de 2014 implicó la elección consecutiva hasta por cuatro ocasiones sumando 12 años para diputaciones, federales y locales, en senadurías 2 periodos de 6 años para sumar igual 12 años; mientras que las alcaldías 2 trienios, entendiendo el objetivo de ser eficientes en sus atribuciones para el bien común. Aunque en el análisis no se ha logrado, con un mezquino resultado. La Presidencia y Gubernaturas no tienen reelección.
El desafío es tener un Sistema de auténticos Partidos Políticos competitivo que debe pasar por estricta reglamentación, con apego a la democracia, bajo el paraguas también de que para obtener registro y conservarlo ante el INE tienen que acreditar una base militante de mínima no de 0.26 por ciento respecto del Padrón Electoral que al 21 de octubre de este 2022 tiene una Población Registrada de 94 millones 600 mil 300, requiriendo una militancia de 245 mil 960 militantes.
Se trata de estandarizar la competencia en el acceso al Poder Público como Autoridades de Gobierno, Ejecutivas y Legislativas, al nivel que se le tiene impuesto las Candidaturas Independientes, a quienes sí se le impone la obtención a esta fecha 940 mil 003 firmas de apoyo en a nivel nacional, para el caso de la Presidencia de la República.
El umbral mínimo que tienen de 3 por ciento debe pasar a un 5 por ciento para revalidar el registro como Partidos, que igual contribuirían a la Calidad de la Democracia dentro del ecosistema en que cohabitan el Árbitro, la Instancia Jurisdiccional e Investigadora de Delitos, motivo de fraude.
La matriz de una eventual Reforma Electoral pasa por quienes aspiran a ser Gobierno, no hay otra motivación que le justifique, además del voto electrónico.