La invasión francesa y el principal

Hace 161 años, un 18 de junio de 1863, arribaron a la ahora Villahermosa tropas francesas y conservadoras traidoras mexicanas comandadas por el español Eduardo González Arévalo, cañoneando la entonces San Juan Bautista que finalmente tomaron.

Hace 161 años, un 18 de junio de 1863, arribaron a la ahora Villahermosa tropas francesas y conservadoras traidoras mexicanas comandadas por el español Eduardo González Arévalo, cañoneando la entonces San Juan Bautista que finalmente tomaron.

El Gobernador Víctor Victorino Dueñas huyó y los poderes se volvieron a trasladar a Tacotalpa, que nuevamente se convirtió en capital de Tabasco.

Se vivió entonces una aleccionadora historia romántica, contraria a la herencia de traiciones  dejada por la Malinche. El invasor González Arévalo se prendó de la belleza de la tabasqueña Fidencia Fernández Sastré, hija de un rico hacendado de la Chontalpa, antepasado mío. Fueron tales las ambiciones del filibustero, que incluso mandó a fabricar una vajilla con el nombre de su pretendida, pero esta, en una viva lección de dignidad y patriotismo, se cortó el  cabello  y montando  caballo marchó con su hermano a Huimanguillo  y de allí a   Centroamérica, viviendo en La Habana hasta que la república se restauró y pudieron regresar a Tabasco.

Para combatir la invasión  se levantaron en armas Andrés Sánchez Magallanes y Gregorio Méndez en la  chontalpa,  y en la sierra  Lino Merino, José María Bastar Zozaya, mi bisabuelo, y su hermano Eduardo Rosario, Narciso Sáenz y otros.  Las tropas tabasqueñas se reunieron en Cunduacán y  el 1 de noviembre de 1863, en el Jahuactal, al llegar González Arévalo,  que iba a someter a los alzados, le tendieron una emboscada en la que fue derrotado, obligándolo a huir.

Para enero del 64 las tropas tabasqueñas sitiaron la entonces San Juan Bautista. Acamparon en el Parque de la Ceiba, donde está el hospital del ISSET, y fue  precisamente el 11 de febrero, hace 160 años, cuando las armas nacionales se cubrieron de gloria  y  se realizó la gran batalla de esta jornada. La brigada Teapa comandada por don Lino Merino y por mi bisabuelo José María Bastar Zozaya y su hermano Eduardo Rosario tomaron a sangre y fuego la Casa Fuerte, El Principal, un edificio que se encontraba en la calle Independencia, en lo que fue el anexo del Palacio de Gobierno y arrinconaron a los franco traidores a la orilla del rio, donde se hicieron  fuertes en un edificio que se ubicaba  donde ahora está la central de Teléfonos de México, en la calle Juárez, entonces "del comercio".

Y no me explico la causa de un compás de espera que se abrió entre el 11 de febrero y el día  27. El desenlace final se dio el 27 de febrero,  16 días después, sin ningún disparo, cuando los invasores, aceptando su derrota, se embarcaron y salieron del Estado. Durante la estancia del filibustero Maximiliano, que nunca fue emperador porque Juárez era Presidente,  Tabasco fue territorio libre, gracias a la bizarría de sus habitantes.

Las dos derrotas infringidas a los invasores norteamericanos y esta a los franceses, son suficientes méritos  para que el Congreso  y el Cabildo declaren a nuestra capital Tres Veces Heroica.

En todos los planos de la Nueva España, del siglo XVII, del XVIII y del último de 1816 aparece un punto que dice "Villahermosa", nunca San Juan. Y si vamos a los documentos oficiales, el primero es la Cédula Real por la que Felipe II  da el nombre de Villahermosa a la naciente población y le concede un escudo, por cierto diferente al apócrifo que lucen actualmente nuestras autoridades.

Y el siguiente documento oficial, ya en el México independiente, es el Decreto que promulga el Congreso del Estado el 27 de octubre de 1826 en el que dispone "que a la ciudad de Villahermosa se le cambia su nombre para que a partir del 4 de noviembre de 1826 se denomine  San Juan Bautista".

Y el último documento oficial es el Decreto que emite en la ciudad de Teapa el Gral. Francisco José Múgica González, el 3 de febrero de 1916, por el que le restituye a nuestra capital su nombre original de Villahermosa.

Pero la macolla de cultureros sectarios , seudo intelectuales, está más ocupada en promover un supuesto aniversario de Villahermosa un día de "San Juan" y los ignorantes les siguen el juego.