La curiosidad en los niños
Es importante contestar siempre todos sus cuestionamientos, pues esto permitirá que puedan surgir otras inquietudes que hagan que los pequeños profundicen en el tema.
Desde la primera infancia, la curiosidad juega un papel importante en el desarrollo y fortalecimiento del proceso de aprendizaje, por medio de la resolución de preguntas y la puesta en práctica de dichos conocimientos. De allí la importancia de promover en los niños el interés por todo aquello que le rodea. Ser capaces de comprender el mundo en el que se desenvuelven, probar todo lo que esté a su alcance y entender las consecuencias al hacerlo, son tan solo algunas de las aventuras que estamos dispuestos a vivir en nuestra niñez. Es por ello que se hace necesario que los adultos estén dispuestos a motivarlos constantemente.
La curiosidad es considerada por los especialistas como ese motor que ayuda a los niños a satisfacer esa necesidad innata de indagar, experimentar y aprender, porque con ello podrán adquirir conocimiento de manera continua. El que ellos cuenten con una imaginación tan fértil, es lo que hace más fácil estimularlos en dicho sentido.
Es importante contestar siempre todos sus cuestionamientos, pues esto permitirá que puedan surgir otras inquietudes que hagan que los pequeños profundicen en el tema. Si no se tiene la respuesta a lo que preguntan, lo más recomendable es establecer una posible hipótesis para, posteriormente, buscar en libros, enciclopedias o Internet todo lo relacionado con lo que genera dudas.
Los pequeños tienen una imaginación muy fértil. Por eso, debemos seguir estimulandolos en ese sentido. No pensemos solo en fantasías y mundos imaginarios, también es una herramienta útil para resolver problemas y encontrar nuevas formas de llegar a conclusiones, plantear hipótesis.
Algunas estrategias para estimular la cuiosidad en los niños son:
Responda sus preguntas: No deje pasar la oportunidad de contestar a todas las cuestiones de sus hijos.
Estimule su imaginación: Ayúdelos a buscar la respuesta correcta mediante razonamientos. De esta forma, les estaremos enseñando a analizar y a ser razonables, a contrastar posibles opciones o a interesarse por conocer más datos.
Muestre su disponibilidad: Atienda sus demandas. Hay que demostrarles que pueden contar con nosotros y darles la seguridad de que alguien se preocupa por sus inquietudes.
Responda con otra pregunta: A veces, responder con otra pregunta sobre el tema en cuestión hará que se la replanteen y, de esta manera, conseguirán encontrar una respuesta ellos solos.
Favorezca todos los escenarios posibles de experimentación: Cree espacios en los que puedan manipular objetos, desmontarlos o probarlos. Eso sí, aprendiendo de forma simultánea los límites de estas acciones.
Anímelos a crear: El mundo está lleno de recursos para que los niños preparen sus propios mecanismos: circuitos eléctricos, pequeños invernaderos, inventos caseros para sujetar cosas o experimentos domésticos.
Fomente el hábito de lectura: Novelas fantásticas, cuentos, noticias, relatos o biografías, existen muchas alternativas para todas las edades.
Plantee retos: Plantear retos a su medida en temas que sean de su interés o totalmente novedosos provocará que quieran resolverlos.
(Psiquiatra/Paidopsiquiatra.)