Escala Crítica
Ciudadanos construyendo el futuro de paz; recuperar el espacio público, antídoto al delito
*Brigadistas recorren las calles y colonias de mayor incidencia delictiva
*La coordinación de todos los órdenes de gobierno determinante
*Lo obvio: frente al crimen organizado, la autoridad organizada
Víctor M. Sámano Labastida
COMO USTED SABE, en todo el país se iniciaron las "Jornadas de paz", en la que los becarios del programa "Jóvenes Construyendo el Futuro", participan en el levantamiento de un censo en las colonias con mayor índice delictivo para identificar condiciones y necesidades de la población. Ya antes los denominados "Servidores de la Nación" hicieron recorridos para tener un registro de la aplicación de los programas sociales. Para la oposición PRI-PAN se trata de una acción con fines electorales; para efectos prácticos en una manera de que el gobierno como autoridad se haga presente en territorio, a ras de suelo.
Es precisamente el abandono del territorio, y de su gente, que permitió a las delincuencias de diversa índole apropiarse de las decisiones. Donde no hay autoridad, hay violencia criminal. Cierto que todavía falta mucho por hacer para erradicar la connivencia entre quienes deben combatir al crimen y los criminales. Pero es una labor que no puede esperar más.
Las "Jornadas de paz" en Tabasco arrancaron en el municipio de Centro con la participación federal, el gobierno estatal (Javier May) y el gobierno local (Yolanda Osuna). De acuerdo al programa federal, esta brigadas iniciaron en algunos de los sitios que actualmente aparecen con más hechos de violencia, entre ellos Villahermosa (Tabasco), Tijuana (Baja California) y Chimalhuacán (Estado de México).
NI TAN LENTO, NI TAN ACELERADO
EL OBJETIVO es muy ambicioso: busca resolver los problemas planteados por la ciudadanía en un máximo de 10 días, con base en las necesidades recabadas "puerta por puerta". Participan de manera conjuntas las secretarías de Gobernación (Segob), el Bienestar, de las Mujeres y Desarrollo Territorial, así como otras dependencias y los gobiernos estatales y municipales. Evidentemente que hay problemas que deben atenderse en corto, mediano y largo plazos. Lo que sí se puede hacer es que la presencia de la autoridad y su decisión de actuar se note, se perciba a nivel de calle, de colonias.
La estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum para todo el país tiene como precedente lo que realizó en la Ciudad de México siendo Jefa de Gobierno. Propios y adversarios reconocen que en la capital del país (10 millones de habitantes, y que abarca una zona metropolitana de 22 millones de personas), se logró el sexenio pasado una notoria contención de la violencia y la delincuencia.
Se califica de "estrategia integral" con cuatro pilares, lo que aplicó en Cdmx: 1.-Apoyar a los jóvenes para que no se involucren en la delincuencia; 2.- mejorar las condiciones laborales de la policía, su formación y evaluación; 3.- estrategias de inteligencia focalizadas en delitos de alto impacto y regiones específicas; 4.- una coordinación efectiva entre la policía y la fiscalía.
Como podrá apreciar el lector, hay acciones que requieren otras decisiones radicales como la depuración de los cuerpos policiacos, el sistema judicial y las fiscalías. Pero alguien debe tener el valor y la decisión de comenzar.
LECCIONES DE DOSTOYEVSKI
EN UNA COLABORACIÓN anterior me referí a cómo la pérdida del sentido comunitario y los incentivos que se ofrecen al individualismo, al lucro frente a los valores, está en la raíz de la criminalidad actual. La propia "cultura" es trastocada por la frivolidad, la chabacanería, la vulgaridad.
En Memorias del subsuelo (1864), Fedor Dostoyevski rastrea el germen del nihilismo (destrucción de valores sociales, una visión de que nada tiene sentido en la vida): "¿No les parece, señores, que estoy adoptando ante ustedes una actitud de arrepentimiento por un crimen que no sé cuál es?", a esta amnesia le sigue un lamento aparente: "No he conseguido nada, ni siquiera ser un malvado; no he conseguido ser guapo, ni perverso; ni un canalla, ni un héroe..., ni siquiera un mísero insecto". La confesión es del individuo que ha perdido el grupo, y que probablemente ya no distingue valores positivos porque todo le da igual. Véase la conclusión del monólogo: "Y ahora termino mi existencia en mi rincón, donde trato lamentablemente de consolarme (aunque sin éxito) diciéndome que un hombre inteligente no consigue nunca llegar a ser nada y que sólo el imbécil triunfa". Donde la inteligencia falla, la imbecilidad gana. ¿Qué tipo de ser humano anuncia el clarividente Dostoyevski? Más de un siglo.
Producir ganancias, producir dinero, producir placer efímero. Resultado: vida con valores trastocados, para que el sistema social eluda dilemas éticos. La técnica no se frena por la interrogación ética. El cuerpo, a expensas del dinero. El dinero sustituye el parámetro de valor que encarnaba el cuerpo.
Desde luego, esta problemática cultural no es privativa de México. Abarca a la sociedad contemporánea. El aumento desaforado de la violencia criminal pasa por un ambiente cultural, donde delinquir es la fórmula rápida de gloria y notoriedad. El hombre de las "Memorias del subsuelo", en cambio, piensa en su inutilidad social: "Muchas veces he intentado convertirme en un insecto, pero no se me ha juzgado digno de ello". Es la diferencia, crucial, entre el siglo XIX y la modernidad que presintió Kafka: ser cucaracha resulta complicado para un ser humano. De todos modos, ¿ya hubo metamorfosis?
¿Qué queda? Un problema de conciencia. Dostoyevski escribe: "La conciencia, toda conciencia es una enfermedad". Habrá que cambiar el enfoque, con permiso del gran ruso: la conciencia, toda conciencia del mal que habita el mundo, es el comienzo de la cura.
(vmsamano@hotmail.com)