ESCALA CRÍTICA
Morena se pone a prueba: en las urnas y en sus reagrupación de liderazgos
*El dos de junio ya no habrá “seis de seis”; juegan seis estados
*PAN en riesgo de perder su bastión, PRI resignado a esperar
*Para noviembre, el partido de AMLO debe tener nueva dirigencia
ESTAMOS a poco más de un mes de las primeras elecciones estatales después de la histórica jornada de julio del 2018. La interrogante es si en esta primera prueba de Morena en el gobierno federal el llamado “Efecto López Obrador” podrá salvar a sus candidatos que en la mayoría de las entidades ya padecen la división de su partido, la tradicional lucha por los cargos o el debate de posiciones diversas. Claro que sus opositores en el PRI y el PAN no están mejor colocados; sobre todo este último –el blanquiazul- que podría perder su bastión histórico, Baja California, y la estratégica Puebla que va a votaciones extraordinarias.
Para el PAN será una contienda clave, porque aparte de la disputa por dos gubernaturas, habrá votaciones parciales en Quintana Roo y Tamaulipas –diputaciones locales-, así como en las alcaldías de Aguascalientes y Durango. En todas esas entidades, el partido fundado por Gómez Morín cuenta con mayoría….hasta ahora. Y esto porque no tuvieron que medirse en los comicios del año pasado en medio de la ola obradorista.
En el caso del PRI, la dirigente nacional Claudia Ruiz Massieu, reconoció que “las encuestas hoy apuntan que Morena tiene una preferencia significativa en la intención del voto, pero eso no significa que nuestro partido no pueda competir, crecer y tener un buen resultado” (02/marzo/2019). Este partido más bien busca recuperarse en las elecciones intermedias del 2021, objetivo nada sencillo.
Sin embargo, el verdadero reto será para el partido de López Obrador, porque sus adversarios pretenden demostrar que se acabó la luna de miel y el bono democrático que le permitió arrasar en prácticamente todo el país en las boletas presidenciales, y de paso remolcó a casi todos los candidatos a puestos de representación popular. Recordemos que el único estado en donde fue superado por el PAN fue en Guanajuato.
MORENOS, NO TAN SERENOS
APENAS pasada la aduana de las elecciones de junio próximo, el partido en el poder Morena deberá resolver el relevo de sus dirigencias nacionales y estatales. Se estima que para noviembre sean sus votaciones internas. En agosto de 2018, a pesar de los reclamos, una asamblea a mano alzada en su Congreso Nacional permitió que Yeidckol Polevnsky continuara un año más en la dirigencia de un partido que originalmente rechazaba la reelección. Junto a aquella ratificación los morenistas facultaron al CEN para designar jefaturas partidistas estatales.
Y aunque una modificación estatutaria de última hora permite que los dirigentes de Morena puedan postularse de manera sucesiva para otro cargo del mismo nivel hasta por dos ocasiones, todo indica que el tiempo de Polevnsky concluyó. No sólo han trascendido conflictos de la ex empresaria con militantes de diversos estados –el más notorio es su choque con el ala que lidera Ricardo Monreal-, sino que se comienza a perfilar como relevo otra mujer militante de larga tradición en la izquierda: Bertha Luján Uranga, quien actualmente preside el Consejo Político Nacional de Morena.
Se sabe que Luján Uranga cuenta con el visto bueno de López Obrador, habiendo tenido ya reuniones con integrantes del consejo nacional morenista. Su trayectoria se remonta al liderazgo universitario en su natal Chihuahua y al Frente Auténtico del Trabajo. Cuenta con una amplia influencia en sectores laborales donde ha trabajado con su esposo, el conocido abogado Arturo Alcalde Justiniani. Fue contralora del gobierno del DF durante la jefatura de gobierno de AMLO. ¿Otro dato? Es madre de la actual secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján.
A quien algunos medios daban como “fuerte aspirante” a la dirigencia nacional morenista, Alejandro Rojas Díaz Durán -suplente del senador Ricardo Monreal- se ha confrontado públicamente con “la nomenclatura” que encabeza Polevnsky, según afirma. Este hecho no ha sido bien visto por un sector del partido lopezobradorista que recuerda la advertencia de su líder moral y fundador contra la costumbre de ventilar públicamente sus diferencias. Es un ejercicio democrático, dice el ex colaborador de Manuel Camacho; pero la Comisión Nacional de Justicia de Morena abrió un proceso para sancionarlo por “transgredir los estatutos”.
Como es fácil de observar Morena libra varias batallas y la principal es lograr convertirse en partido político, y no sólo ser un frente electoral. Su estructuración o reestructuración no puede posponerse más tiempo.
AL MARGEN
HOY SE TIENE programada la visita a Tabasco del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza. Se encontrará con el gobernador Adán Augusto López en una entrega de equipo como parte del programa de “licencia social”, una especie de nuevo trato con las comunidades y las autoridades estatales para que la petrolera pueda operar. Nos dicen que la intención es cambiar la política de indemnizaciones por una de previsión. Veremos.
VIENEN tiempos difíciles. Las presiones aumentarán para el gobierno de López Obrador y es normal; los intereses afectados son muchos y las expectativas alimentadas para el cambio también son abundantes, hasta excesivas. Mesura, piden unos; otros exacerbarán declaraciones y acciones. Una valoración política inteligente escogería el terreno más sólido, el de la colaboración y no el de la confrontación. La historia está colmada de ejemplos. Los cambios de fondo no se hacen en un día. (vmsamano@hotmail.com)