El terrorismo de la derecha en México

A principios de este año dijimos en estas páginas de Presente que la oposición de la derecha en México tiene como aliada a la muerte. Desde que inició el gobierno de la 4T, voceros de esa derecha y con motivo de la pandemia causada por el COVID, rogaron que aumentara el número de muertos.

En esos días aciagos del 2020 la derecha se regocijaba cuando aumentaba el número de muertos provocado por ese virus mortal: deseaban que el gobierno de AMLO fracasara para abatir la pandemia y murieran más compatriotas. Para esa minoría de millonarios encabezados por Claudio X. González la vida de los mexicanos no les interesa, nunca les ha interesado. A ellos lo que les gusta es el dinero y más aún el dinero mal habido, derivado del presupuesto público.

Y dentro de ese desprecio a los mexicanos, la derecha mexicana ruega que mueran más mexicanos hoy ya sea por feminicidios, asesinatos a maestros, a líderes y a periodistas: el número de muertos les permite a los voceros de la derecha reprobar al gobierno de la 4T en su estrategia para combatir a la inseguridad y de acusarlo de inepto. También dijimos a principios de este año que la derecha contaba con el crimen organizado, consolidado por García Luna y Calderón, como un aliado político y vaticinamos que conforme se acercaran los días electorales esos grupos arreciarían la violencia y el terrorismo de derecha en nuestro país.

Lamentablemente no me equivoqué: Guerrero es un infierno, Michoacán, Chiapas y Tamaulipas, también. No será raro que en los días por venir sucedan actos de terrorismo y sabotaje en alguna refinería, en un aeropuerto, en el metro o algún “accidente” masivo: en la ambición por el poder y el dinero todo se vale. Cuando le comenté a mi amigo Enrique Canudas Sandoval, doctor en Historia por la Sorbona, las amenazas que lanzó contra México el conductor gringo Tucker Carslon en el sentido que nuestro país es una amenaza mayor para Estados Unidos que Rusia y que por eso los gringos deberían bombardearnos, Canudas me respondió que no necesitan bombardearnos, pues con la guerra civil que nos han causado es suficiente carnicería. Por cierto, en 2009 el mismo Canudas escribió y publicó una novela llamada “Gloria e Infierno” donde abunda sobre la crisis y la 2 violencia cotidiana que se vive en México “… a la que han dado en llamar el narcotráfico, que no es más que un macabro plan militar norteamericano para apoderarse del petróleo mexicano”.

Carlos Marighella, político y guerrillero de izquierda brasileño, y uno de los principales organizadores de la lucha armada contra la dictadura militar instalada en Brasil en 1964, escribió un libro sobre el terrorismo como estrategia para derrocar a la dictadura. El libro se llama “Mini manual del guerrillero urbano” es una guía práctica para orientar a los grupos armados de izquierda. Este libro fue publicado en 1969, el mismo año que asesinaron a Carlos Marighella; en la década de 1980 la CIA lo tradujo del inglés al castellano para distribuirlo entre sus servicios de inteligencia aliados en todo el mundo para orientar a la contra guerrilla y crear así el terrorismo de derecha. Y dentro de la historia mundial esta experiencia no es ninguna novedad. En 1864 el Conde Emile de Keratry, francés que llegó con los invasores franceses, escribió un libro que se titula “La contraguerrilla francesa en México, 1864”.

La contraguerrilla francesa en México, encabezada por el criminal y sádico coronel Dupin que nunca hacía prisioneros, fue una respuesta a la guerra de guerrillas que tuvieron que usar los republicanos para enfrentar al poderoso ejército invasor. En abril de 1862, Benito Juárez vio la inconveniencia de hacer frente al poderoso ejército invasor de manera abierta y frontal: había desventaja para los ejércitos juaristas que llevaban las de perder. Con la destrucción del Ejército del Centro al mando de Comonfort en la batalla de San Lorenzo y con la toma de Puebla, Juárez vio la conveniencia de recurrir a la guerra de guerrillas como supremo recurso para enfrentar al invasor: el 12 de abril de ese año don Benito lanzó el decreto para que se incorporaran amplios sectores de la Nación a la lucha y organización de guerrillas.

Con ese decreto y ante la necesidad histórica, Juárez se vio obligado a darles un carácter legal a las gavillas de bandoleros que, desde décadas atrás y fuera de la ley, asolaban y eran el terror de los pueblos y familias en distintas regiones de México. Sólo así se pudo derrotar al ejército invasor. Creemos que tanto el libro de Keratry sobre la contraguerrilla francesa en México y el libro de Carlos Marighella, “Mini Manual del guerrillero urbano”, sin duda le sirven hoy a la CIA en su estrategia de multiplicar hoy la violencia en México, si bien para desestabilizar al 3 gobierno de México, si bien para desprestigiarlo e influir en el ánimo y el voto de los mexicanos para el 2024.