DÍA CON DÍA
Venezuela: dominio y deterioro
Cuando el poder es total sus consecuencias calamitosas no lo disminuyen. A menudo lo fortalecen, pues no queda frente a su red aplastante sino morir, huir, adherirse o resignarse.
Es lo que nos han mostrado las catástrofes sociales del siglo XX inducidas por dictaduras productoras de servidumbre y miseria.
Es la lección del comunismo soviético, en todas sus fases, antes, durante y después del estalinismo.
Es la lección de las hambrunas inducidas por la revolución cultural maoísta o la destrucción de las ciudades en Kampuchea:
Todo se desplomaba y caía en pedazos sobre los rehenes de aquellos regímenes, menos los autores del desastre, los dueños del poder que parecían, al revés, consolidarse en el desastre.
Esta ha sido también la enseñanza de la Revolución cubana, donde el deterioro ha ejercido su dominio por más de medio siglo sin que el poder cejara gran cosa en su jefatura.
Me hago eco del famoso verso del poeta peruano Carlos Germán Belli, epígrafe de la novela de Mario Vargas Llosa La ciudad y los perros: “Sobre cada linaje, el deterioro ejerce su dominio”.
Creo haber leído en el propio Vargas Llosa que el deterioro hay que detenerlo porque no tiene límites internos, puede empeorar indefinidamente.
Hace rato nos parece que Venezuela no puede estar peor ni Maduro sostenerse por más tiempo en el poder. Pero Venezuela empeora y Maduro conserva el poder.
Gerver Torres puso en 14 gráficas el drama del deterioro venezolano. Cito cinco.
El ingreso per cápita perdió 50% de su valor entre 2013 y 2018. La producción de petróleo cayó de 2.4 millones de barriles diarios en 2015 a 1.2 millones en 2018.
La inflación subió del 14 % anual en 2012 a un millón por ciento en 2018.
La población que está abajo de la línea de pobreza pasó de 29% en 2013 a 87% en 2017.
La tasa de homicidios subió de 25 por cada 100 mil habitantes en 2014 a 280 por cada 100 mil en 2016 (https://bit.ly/2AN6o6Y).
El deterioro venezolano bajo el dominio dictatorial de Maduro debe ser detenido, porque está visto que no se detendrá solo.
México se ha negado a poner en esto su grano de arena.