Cuando el Derecho se convierte en obstáculo al cambio social
Cuando el Derecho se convierte en obstáculo al cambio social
Los obstáculos legales que sistemáticamente viene poniendo la Suprema Corte de Justicia contra la obra de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, me remite históricamente a la experiencia que sufrió el presidente chileno Salvador Allende y su gobierno por hacer de Chile una sociedad más justa y más independiente de los Estados Unidos.
Los esfuerzos de cambio de Allende se enfrentaron a una oligarquía chilena apoyada en una Constitución hecha a modo por la misma clase dominante para proteger sus intereses. Y para ello atravesó en el camino de Allende a los mejores juristas y abogados que, de manera muy hábil, pusieron una serie de obstáculos legales, apoyados en la Constitución, para evitar los cambios que quiso realizar el presidente chileno. Como sabemos aquella confrontación legal y política tuvo un desenlace trágico en 1973 con el golpe de estado realizado por los militares con el apoyo de la CIA y que culminó con la caída de Salvador Allende y el arribo de la sangrienta dictadura del asesino Augusto Pinochet.
La misma estrategia legal viene aplicando la oligarquía de México, con el apoyo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: atravesar obstáculos legales para frenar toda la obra de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. La corrupta Suprema Corte de Justicia de la Nación, está cobijada por esa oligarquía en contubernio con el crimen organizado, con el apoyo de la CIA y de la embajada gringa. (Esta embajada ya aceptó que sí le está dando dinero al Grupo México que encabeza Claudio X González).
Dentro de esa amplia estrategia, la Suprema Corte de “Justicia” quiso paralizar, por la vía judicial, las obras emblemáticas del gobierno de la 4T como los cuatro tramos en la península de Yucatán del Tren Maya y los 100 kilómetros de vía que “expropió” AMLO a Ferrosur. A ese obstáculo legaloide, AMLO lo calificó como “Golpe Estado Técnico”.
La amarga experiencia chilena y la que hoy vive el gobierno de la 4T con la férrea oposición de los corruptos magistrados de la Suprema Corte me hizo recordar aquel famoso libro de Novoa Monreal, “El Derecho como obstáculo al cambio social”, muy leído en los años setentas del pasado siglo.
Eduardo Novoa Monreal prestigiado jurista, académico y abogado chileno, fue asesor jurídico de Salvador Allende y encabezó la ríspida confrontación política y jurídica por parte del gobierno de Allende contra los hábiles detractores de la oposición oligárquica chilena. Novoa Monreal ocupó el cargo como presidente del Consejo de Defensa del Estado durante el gobierno del presidente Salvador Allende.
La experiencia de esa difícil confrontación jurídico-política que culminó con el derrocamiento de Salvador Allende, llevó a Monreal a escribir en el exilio precisamente el libro mencionado: “El Derecho como obstáculo al cambio social”. En él escribió Novoa Monreal que “…el Derecho debe ajustarse al proyecto concreto de la vida social que anima a cada sociedad determinada en un momento histórico dado. El mal actual, nos dice Monreal, es que no se ha cumplido por lo que nos encontramos en presencia de un derecho obsoleto que el conservatismo de los juristas es incapaz de advertir y mucho menos de remover”.
Y lo que hizo Monreal como asesor de Allende en aquella confrontación fue buscar los “resquicios legales” (así le llamó él) que, según él, pudo encontrar en el Derecho vigente de Chile en esos años. El prestigiado criminólogo argentino Roberto Bergalli Russo, muy amigo de Monreal, al dar un mensaje laudatorio por la muerte de su amigo citó el escrito de otro colega abogado y publicado por el principal diario chileno “EL Mercurio” del 26 de abril de 2009. Y dice: “Yo he atacado duramente a Novoa con respecto a las cuchufletas de los “resquicios legales” que aconsejó a Salvador Allende y que la falta de respaldo parlamentario y ciudadano le impedía modificar, siendo en mi concepto, la aplicación de esa doctrina perversa una de las causas del quiebre institucional de 1973 y de la intervención militar impetrada por la Cámara de Diputados y respaldados por la Corte Suprema” termina citando Bergalli Russo.
La experiencia histórica de países como Chile nos enseña a no cometer los mismos errores; además las circunstancias históricas de nuestro país no son las mismas que enfrentó Salvador Allende en aquellos años; ni tampoco la Constitución de México es igual a la chilena. En primer lugar, nuestra Constitución surgió de un movimiento armado revolucionario y, por ello, contiene una serie de artículos que 3 hasta el día de hoy nos parecen bastante radicales y eso le permite más espacio, más movilidad al jefe del ejecutivo de nuestra Nación. Uno de esos artículos es el 27 de la Constitución que, aun salvándose de las reformas hechas a la Constitución por los neoliberales privatizadores, no cejaron en privatizar el ejido, o en dar concesiones de por vida a empresarios extranjeros de las minas, del ferrocarril, y hasta de los recursos petroleros.
Andrés Manuel además no ha cometido el error de caer en radicalismos de izquierda realizando ninguna expropiación y menos contra empresarios estadounidenses como lo hizo Allende en Chile contra la poderosa compañía minera del cobre, la Anconda Copper Company, propiedad de las poderosas familias Rothchild y Rockefeller. AMLO tampoco ha despojado de sus tierras a los latifundistas como lo hizo Allende contra los poderosos terratenientes chilenos: en dieciocho meses Allende desapareció todos los latifundios.
Allende confió en una supuesta lealtad de los carabineros, del ejército y del general Pinochet como se daba entre el señor feudal y sus vasallos sustentada en el honor: así confió Madero en Victoriano Huerta. Por el contrario, Andrés Manuel, nada tonto, ha estrechado relaciones con la Marina y el Ejército, dándoles juego en la construcción, administración, dirigencia y protección del aeropuerto Felipe Ángeles, al igual que con el tren Maya, la refinería Olmeca, el tren Transístmico y demás obras magnas y hasta protección del Metro para evitar sabotajes. Con ello nuestro inteligente paisano ha comprometido a estas dos instituciones y ha estrechado vínculos muy fuertes con ellas y se ha ahorrado sueldos al contar con el apoyo de los ingenieros, técnicos, administrativos y vigilantes calificados del Ejército y de la Marina. Esos vínculos alejan un posible golpe de estado que quisiera implementar la CIA, la mafia de los ultraconservadores y los empresarios encabezados por Claudio X. González con el apoyo de los magistrados de la Suprema Corte.
Tenemos la esperanza que MORENA gane mayoría en el Congreso de la Unión para el 2024 y así poder hacer las modificaciones pertinentes a la Constitución para limpiar la Suprema Corte que es hoy un obstáculo para los cambios que está realizando el gobierno de la 4T a favor de la Nación. (*Catedrático e investigador universitario, colaborador de Presente)