Consejos para luchar cuerpo a cuerpo contra el tedio
17/02/2025
TEDIO ES DESPERDICIO DE VIDA. Es como un dejar correr el tiempo y que uno pase por la existencia con más pena que gloria.
Por eso sugiero que luchemos contra el tedio. Y que sea esta lucha a dos de tres caídas, cuerpo a cuerpo sin límite de tiempo. ¿Qué hacer? Yo he jurado no dar consejos, y si eso parece, en descargo sugiero no hacer caso de ellos. O solo que coincida con lo que usted tiene a bien considerar para su bien.
ESCRIBO COMO TEJER PALABRAS. Se supone que es poco soportable la existencia de vida adulta. Entre obligaciones, apegos que se van o mueren, pagos al SAT y enfrentar la carestía de la vida con salario bajo. Digo, la mayoría. Y así por el estilo. Yo admiro la paciencia de quienes tejen bufandas o suéteres. Parece que una puntada y otra es algo mínimo, y que no es suficiente para llegar al término de la prenda. Los textos se construyen palabra a palabra, como un tejer.
NO PIENSE MUCHO EN LA EXISTENCIA. A lo mejor es un sueño y nos preocupamos por algo que no existe en la realidad. Ya bien lo dijo Calderón De la Barca. Yo sueño que estoy aquí. Que usted está allá. Que somos sueños distintos que confluyen en un tiempo y en un espacio. Que nada llega antes ni después. Todo llega cuando debe de llegar. El tedio es un denominador común. El hambre también lo es. Nos sucede a todos. Solo que el tedio marca sobremanera la existencia personal. Como un sentir de no sé qué hago aquí, en la Tierra. Cierto. La mayoría no llega a esa pregunta. Se quedan en la medianía de caminar sin rumbo. De ir sin ruta.
EL TEDIO SE COMBATE CON HACER, con moverse. Lo primero es pensar en lo que nos produce alegría, lo que nos produce goce. Y hacerlo, con el límite de no dañar a otros. Con el límite de la dignidad personal. Lo segundo es caminar y disfrutar lo que se mira en el camino. No se trata de llegar. Se trata de disfrutar los pasos. Porque de todas maneras hemos de llegar, a no se sabe dónde, a no se sabe qué o para qué.
ME CUENTAN. "ESTUDIÉ LICENCIATURA gracias al Ing. Juan". "Cuenta", le digo curioso. Claro que la expresión es que, de entrada, que le hicieron un mal. "Es que fui a pedirle trabajo y me preguntó ¿Qué sabes hacer? Y al decirle que solo había estudiado secundaria, me dijo: ya ves, y tú no quieres trabajar de intendente". De allí la persona que lo cuenta dice que salió llorando, y tomó la decisión de estudiar licenciatura. A veces los rechazos nos sacan de la comodidad del confort. En efecto. Gracias a Juan.
LA RUTINA ES UN ADORMECIMIENTO DEL CEREBRO. No es que esté muerto, no. La persona, en su deambular y pláticas, parece que sí. Y esto se dice metafóricamente. Semidormido. El cerebro solo funciona en lo que ya conoce. En las decenas, cientos y miles de repeticiones. Y se instala en el confort de no querer ya pensar. Y la persona encuentra los días difíciles y vacíos. Ya sabe lo que va hacer las ocho horas laborales del del día siguiente, y las ocho restantes, antes de dormir. Y entonces la vida se vuelve un sin sentido. La rutina es causante principal del tedio.
TEDIO ES LA ACTITUD DE CONFORMISMO. Es la manera cómoda del confort. Es no esforzarse, como decir para qué, si nada cambia. Cuando el cambio es la constante. El tedio son los brazos invisibles que te sujetan mentalmente para no decir, no exigir, no reclamar, no confabular, no amar. Es la camisa de fuerza, pero sin fuerza. Y te deja toda la responsabilidad a ti de despertar de la modorra de vivir la existencia sin sentido.
PERO QUITARSE EL TEDIO, COMBATIRLO, es una responsabilidad que requiere cierto esfuerzo. Levantarse del mullido sillón de sala. Salir a la calle con el peligro que lo exterior encierra, comparándolo con el peligro de vivir la vida encerrado entre cuatro paredes. Combatir el tedio es el reto de la existencia. Porque además salir del tedio es entrar a otro, para salir y entrar a otro, si nos descuidamos. A un paradigma le sucede otro. La existencia se vive conscientes de que la muerte es la realidad ineludible.
TEDIO, RUTINA, ABURRIMIENTO, PRISAS, preocupaciones, depresiones, decepciones, desilusiones, traiciones, incertidumbres, nostalgia por el tiempo ido, son síntomas de la vida moderna. Todo ello se refleja en los centros de trabajo, en los barrios y en los centros escolares. Todo ello detona conductas no apropiadas: jóvenes que se pelean, drogan, alcoholizan, se suicidan. Contra todo eso lamento decir que no hay cura. Solo paliativos. La pregunta que se puede hacer ¿qué sentido tiene la vida? Y si coincidimos que no la tiene, entonces hay que buscarlo. Y nadie lo encuentra por uno. Ver televisión, revisar constante el celular, son evasiones. Como lo son visitar como turista lugares históricos. Regresa uno al lugar de donde partió.
Y EL VACÍO ES EXACTAMENTE IGUAL O PEOR. He dejado constancia de este peregrinar de palabras e ideas. No se tome a mal. No se culpa a nadie de lo que escribo. Solo a mí. Si me leyó hasta aquí, gracias. Tomo café. ¿decía yo de luchar cuerpo a cuerpo contra el tedio? Es una metáfora. Es saberse derrotado de antemano. Pero hay que intentarlo. ¿Quién dijo que todo está perdido? ¡Yo vengo a ofrecer mi corazón!
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