COLABORACIÓN INVITADA

Educación / Movilidad social / Desarrollo / Crecimiento

Hay un periodo de tiempo en el que en toda sociedad la proporción de personas en edad de trabajar o ser económicamente productivas es mayor a la de personas dependientes, es decir, menores de edad y adultos mayores; ese periodo de tiempo se denomina bono demográfico; y es literalmente una oportunidad que cualquier país debe y puede aprovechar para procurar desarrollo y crecimiento económico, partiendo de la premisa de que habrá un mayor número de personas empleadas y aumentará la productividad; esto a su vez impulsará el desarrollo económico y en consecuencia las condiciones de vida de la población mejorarán paulatinamente de forma sustancial.

Según datos publicados el pasado 22 de mayo de este año en la Gaceta UNAM en su versión en línea, en México no se ha invertido de forma adecuada en capital humano; sin embargo, estamos a tiempo de prepararnos social y económicamente para un envejecimiento acelerado.

De acuerdo con el estudio denominado World Population Prospects, difundido por la Organización de las Naciones Unidas en 2015, se identificó un incremento neto para todo “el periodo en el número de personas trabajando, pero, al mismo tiempo, un decremento proyectado en el porcentaje de personas en edad productiva”; una notoria “disminución en porcentaje y masa del número de niños a partir de 2030 y que el porcentaje de personas de la tercera edad casi se triplicará para el 2050” con respecto de los datos obtenidos en el 2015.

 

Apunta a que entre 1970 y 2020 hubo dos cambios significativos en la estructura poblacional del país, pues el porcentaje de personas de 0 a 14 años se redujo del 46 al 25 %, al tiempo que la población de 30 a 59 años pasó del 22 al 38 %. Mientras que el índice de envejecimiento creció de 12 a 48 personas de 60 años o más por cada 100 infantes menores de 15 años. Cifras que de acuerdo al INEGI demuestra “una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI”.

“No sólo México está experimentando un proceso de envejecimiento poblacional, esto sucede en distintas partes del mundo, las causas son diversas, pero las más importantes se relacionan con el descenso de la fecundidad desde los años 60 y 70 del siglo XX en México, combinado con una baja de la mortalidad”, refiere Verónica Montes de Oca Zavala, Investigadora del IIS UNAM.

En ese contexto la educación juega un papel fundamental, la política pública en la materia debe ser consistente en el tiempo, trascender administraciones sexenales; contribuir a una formación académica sólida que impulse la innovación; que promueva la competitividad global; que permita al futuro profesionista desarrollar habilidades y aplicar los conocimientos necesarios para participar en el mercado laboral y contribuir así al desarrollo del país; que genere expectativas reales de un futuro con mejores condiciones de vida; que amplíe la perspectiva de las personas y contribuya a cambios en circunstancias personales, como mejores oportunidades de trabajo y ascensos laborales; lo que implicaría mejores ingresos y por supuesto, movilidad social.

Respecto de las expectativas individuales es preciso señalar que la educación fomenta -entre otros- el pensamiento crítico; el desarrollo de habilidades de resolución de problemas; una mejor comprensión del mundo; esto permite a su vez, enfrentar los desafíos de la vida cotidiana con mayor optimismo y con actitud proactiva respecto del futuro, necesario para el mundo tan cambiante que vivimos hoy que requiere de mayor tolerancia a la frustración.

Hugo Morales, ejemplo de tenacidad y persistencia, es un indígena mexicano mixteco quien hizo historia al recibir un Doctorado Honoris Causa de la prestigiosa Universidad de Harvard, por sus contribuciones a la fundación de Radio Bilingüe, una de las redes más grandes de la radio pública en Estados Unidos.

Hugo Morales, logró sobreponerse a muchas dificultades, entre ellas, el hecho de haber llegado en condición de migrante al país vecino a la edad de 9 años; sin conocer el idioma; a trabajar en los campos agrícolas cultivando ciruelas; enfermándose de tuberculosis; entre otras adversidades, pero ninguna de ellas le impidió consolidar el objetivo de crear el primer programa de radio en español para la comunidad hispanoparlante, que al paso del tiempo se convirtió en un espacio necesario de “noticias, información y programación cultural para excluidos e ignorados”, lo que lo convirtió en el primer indígena mexicano y el primer latino de Estados Unidos en recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Harvard. (Catedrático de la Universidad Olmeca)