Presiones: el juego de adivinar el gabinete y poner en la mesa nombres...

El juego de adivinar el gabinete es muy común, porque quienes tienen intereses aprovechan para mencionar a dos o tres que seguramente estarán

Tanto la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, como los nueve gobernadores electos, están en los días de darle un repaso final a quienes estarán en sus respectivos gabinetes en el arranque de sus administraciones. Hay que señalar que es en el arranque, porque la permanencia en el cargo dependerá del desempeño. Quienes crean que llegarán a repetir los vicios del viejo sistema están equivocados. Es el sentir y el reclamo popular.

El juego de adivinar el gabinete es muy común, porque quienes tienen intereses aprovechan para mencionar a dos o tres que seguramente estarán (siempre la seguridad es relativa), junto a otros que ni por asomo estarán o no deberían estar...pero es una manera de presionar a quienes toman las decisiones.

El caso de Javier May Rodríguez, el gobernador electo en Tabasco, no podía ser distinto y usted podrá leer en las redes y en diversos medios, escuchar en las mesas de café y en donde se comparten opiniones, versiones de lo más diversas y hasta disparatadas de quienes dicen saber, "de fuente cierta", que tal o cual personaje ya está apalabrado para los próximos seis años.

Hay en esos listados colaboradores leales de Javier May, probados en la cercanía del trabajo y en la lucha iniciada hace más 30 años, o quienes verdaderamente convencidos se incorporaron en los tiempos difíciles, como también declarados adversarios o representantes de la corrupción que "no debe regresar".

La mesura y el talante conciliador del gobernador electo, su intención de iniciar una administración sin sobresaltos, no está reñida con una expresa decisión de cambiar a profundidad lo que no funciona y a los que no funcionan.

Las listas y nóminas que circulan son meras opiniones. La verdadera decisión será comunicada por Javier May el primero de julio. Recordemos dos dichos populares: "no hay que comer ansias" y "del plato a la boca se cae la sopa". Nadie está hasta que está, diría Perogrullo.