A los nuevos maestros

(Para mi sobrina Yulissa Leonor)

BIENVENIDOS AL MAGISTERIO. Es de las más humanas profesiones. Con ello quiero decir que su ejercicio no es sencillo (para quien no siente amor por el aprendizaje y la enseñanza)

NO "HARÁN" DINERO de manera honrada, aún que ahorren al extremo. Aunque sí les dará para vivir de manera modesta, quizá muy modesta.

HUYAN DE LA CARRERA, aún están a tiempo, si son los lujos sus sueños. Otro tipo de lujos, no económicos, son la constante, como por ejemplo el aprecio de las personas, sobre todo de los alumnos y padres más pobres, porque ven en ti la esperanza de la nueva luz.

NUNCA DESPRECIEN un regalo de los niños. Si ven a un niño moquiento que les ofrece un taco con la mano con la que se limpia los mocos, acéptenlo, aunque no lo coman. Y denle las gracias. Lo hacen feliz y nunca olvidará el gesto. Menos olvidará si lo rechazan.

NUNCA HUMILLEN a los alumnos si se equivocan. Recuerda que ellos están aprendiendo. Motívalos a dudar. Si da una respuesta equivocada, y lo humillas, ya no participará. En cambio si lo motivas, si lo alientas, seguirá practicando su pensar. Enseñar a pensar es la clave y objetivo final. De nada sirve el conocimiento sin digerirlo mediante el aprendizaje. A semejanza de la comida que no se mastica.

ELLOS NO ESTUDIAN para ser alguien en la vida. Ya lo son.

SI NO SON LECTORES habituales, conviértanse sin esfuerzo en serlo. Busquen lecturas que les interesen, sean de terror, de biografías, de la vida más allá de la tierra, cuentos, poesía, ciencias, de viajes a la luna, de la vida de las hormigas o termitas, de la inteligencia de las plantas, de la inteligencia de los animales, y -por qué no- de la inteligencia de los seres humanos. Recuerden siempre que los mejores maestros son los lectores. Nunca le tengan envidia a sus compañeros lectores de hábito, aprendan de ellos.

SI SON NORMALISTAS, seguro aprendieron algo de todo. Es necesario saber algo de música, de baile folclórico, de deporte, de teatro, declamación, de artes manuales, escribir textos, de jardinería., etc. Procuren llenar esos vacíos. Son herramientas qué hacen más atractivo el trabajo de enseñar, pero sobre todo de aprender.

EN SUS GRUPOS SIEMPRE habrá un tercio de alumnos buenos y sobresalientes. Ojalá que todos fueran así. Otro tercio de alumnos término medio. Entre estos dos tercios sería fabuloso el grupo. Solo que este tipo de grupos está incompleto sin el otro tercio, el de los alumnos inquietos, el de los ruidosos, el que no paran de tocar la paleta del pupitre o mesa como tambor, el que pellizca a los demás. Este tercero te necesita más. Aplíquense en ellos. Cuando logren motivarlos, su trabajo será placentero y enriquecedor. Y ellos en toda su vida nunca les olvidarán, porque hicieron la diferencia para bien.

TRABAJAR ENSEÑANDO, no es fácil ni difícil. Ya sabrán por qué. Pero imagínense que los 30 años que trabajen en las escuelas es como cruzar un río. De ustedes depende cómo lo cruzan. Y el mejor salvavidas es la sonrisa y el amor por el aprendizaje. De esta manera la enseñanza es más placentera.

"NO TE HARÁN un monumento", les dirán los compañeros que les miran (ellos con envidia) afanosos y alegres en su trabajo. No trabajas por monumentos ni estatuas, sino por un mejor ciudadano, una mejor sociedad. Y en todo caso el monumento es intangible en el corazón de los alumnos y de la comunidad.