Matan a millones de abejas por fumigación con químico tóxico
La muerte de los insectos voladores se dio en un radio de cuatro kilómetros de distancia
Más de 300 colmenas de abejas, de 18 apicultores del ejido Candelaria, municipio de José María Morelos en Quintana Roo, fueron afectadas por los empleados de un empresario que aplicaron un químico tóxico para fumigar su terreno y sembrar chile habanero.
Cada colmena tiene la capacidad para albergar miles de abejas, en ocasiones de 50 mil a 80 mil, por lo que se estima que la afectación a más de 300 colmenas provocó la muerte a millones de abejas que estaban en un radio de cuatro kilómetros de distancia.
Wilson Ayala Mex, uno de los apicultores afectados, dijo que ésta es la muerte de abejas más numerosa de que se tenga memoria en la historia de los pobladores del ejido Candelaria.
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Desanimado y preocupado, Wilson Ayala explica que las repercusiones del desastre no se reducen a un tema ambiental.
La muerte de estas abejas representa un fuerte golpe económico, pues los volúmenes de miel para la cosecha más cercana, entre octubre y noviembre de este año, se han perdido y, con ello, los ingresos de familias mayas que viven de la producción mielera.
Las pérdidas por abejas, cera y miel se estiman en un promedio de dos millones 300 mil pesos, de acuerdo con un cálculo preliminar elaborado por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible–Península de Yucatán (CCMSS-PY), que junto con jóvenes de los ejidos de Candelaria I y II echaron a andar la iniciativa 'Desarrollo Inclusivo de la Apicultura en José María Morelos'.
Wilson detalló que, desde el miércoles 8 de agosto, algunos apicultores detectaron un comportamiento “inusual” en las abejas, lo que se tradujo en una mortandad masiva en los días subsecuentes.
El viernes fueron a revisar otros apiarios, en donde encontraron el suelo tapizado de abejas muertas. Las pérdidas fueron totales.
“También se habló con el dueño del terreno, que al principio tuvo resistencias y se negaba a dar crédito de lo que pasó. Estaba muy renuente, hasta que él mismo vio. Se quedó impactado”, expresó Wilson Ayala.
Los empleados del empresario de Yucatán dieron el nombre del químico usado para la fumigación. Se trata de fipronil, un químico comercializado bajo la marca Regenet 4SC, altamente tóxico para las abejas. Este compuesto está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un plaguicida de 'clase II'.
Sin embargo, al ver la magnitud de lo sucedido, modificaron su versión inicial y aseguraron que se uso un químico orgánico.