La anecdota: Los primeros pasos con López Obrador (II). La radio indígena, para combatir la marginación y la discriminación

Decidido a concretar sus ideales – nos cuenta-, aceptó la invitación de López Obrador, a quien apenas conocía, para poner en funcionamiento “La voz de voz chontales”. Eran los tiempos en que arrancaba en México un ambicioso modelo de lo que fue el Sistema de Radios Culturales Indígenas. Un 10 de marzo de 1979 inició transmisiones la estación XEZV-AM, “La Voz de la Montaña”, en Tlapa de Comonfort, Guerrero. La de Nacajuca sería la segunda emisora en su tipo.

Ya con la propuesta en el papel, recuerda Antonio Castro García en esta segunda parte de la conversación, “me dijo Andrés Manuel: vamos para que se lo presentes a Leandro Rovirosa, entonces gobernador. Fuimos, el ingeniero Leandro preguntó ´cuánto vale eso´. Respondí que un millón 600 mil de ese entonces, el equipo y la obra civil como dos millones. Le pareció mucho. Dijo está caro. Pero se decidió: Yo pongo el presupuesto. Dio luz verde y empezamos a armar la obra civil. Vinieron a Tabasco unos amigos arquitectos egresados de autogobierno de la UNAM en 79, y para febrero de 1980 ya estábamos a punto de salir al aire”.

Toño Castro acudió a la Ciudad de México a Radio Educación –“mi modelo de radio cultural”-, porque había que darle contenido a la nueva emisora. “En Radio Educación me encontré con José Antonio Álvarez Lima, que estaba de director y que actualmente es senador por Morena. Tuve todo el apoyo, dio órdenes para que en la fonoteca seleccionara y copiara todo el material necesario. Fue un respaldo valiosísimo. También con algunos amigos músicos del folclor latino acudimos a la casa de René Villanueva, de Los Folkloristas. Nos entregó la colección de Discos Pueblo. Fui a la fonoteca de Antropología, me atendió personalmente su directora quien me entregó como unos 40 discos. Se formó un acervo valiosísimo”.

SOLIDARIDAD Y COMPRENSIÓN

Invitó -refiere- a un par de compañeros de la Facultad de la UNAM, “estaba en el séptimo semestre y lo dejé. Uno de estos amigos se fue conmigo, Javier Ortigosa, invité a mis maestros como asesores”.

“Andrés Manuel los tomó un tiempo como asesores, gente que conocía muchas cosas. Calaos Coronel Alameda, ex ministro de Salvador Allende, y Myrna Jara su compañera. Ellos estuvieron en el arranque de la radio un papel importante. Calaos entendía los procesos sociales en los que estábamos y recomendó muchas cosas no sólo para radio sino para la región. Estimuló que Andrés se animara a hacen una secundaria, una prepa, proyectos educativas. Myrna nos ayudó a entender los procesos y armar proyectos con el INI”.

La Voz de los Chontales comenzó a transmitir un 14 de febrero. “No tiene que ver con el día de la amistad, pero coincidió. Andrés Manuel dice: salimos, voy a traer al gobernador. Y lo trajo. Llegó Rovirosa Wade inaugurando la radio. Me provoca sentimientos muy grandes. De ahí ya no paramos. Le solicitamos recursos a Rovirosa y aceptó para auxiliarnos en diferentes áreas”.

Pero hubo obstáculos. Toño Castro recuerda especialmente la respuesta negativa en algunos medios. “A los tres días de que comenzamos a transmitir Illán Torralba hizo el siguiente comentario. Aquí tengo la transcripción:

Habló en la radio: “Nos han solicitado que comentemos acerca de esa radiodifusora de Nacajuca, que transmite en el dialecto tsotsil, tojolabal o quién sabe que lengua indígena. Estamos seguros y totalmente convencidos de que es algo que no se debe de apoyar porque nuestra lengua que es el castellano nos costó mucha sangre. Sangre que se derramó en la construcción de tanto templo, (en Tabasco te acuerdas que no había tantos)

“…lo que deberían hacer con esos indios es traerlos a la universidad, hacer que vengan a la ciudad, que usen zapatos…que siembren con tractores Perkinson, Está bien que sigan con arcos y flechas pero que lo hagan en las olimpiadas. Bueno a grandes rasgos es nuestra opinión personal”

Ese comentario, que reflejaba el sentir “de un sector que discriminaba y que sigue discriminando a todos los chontales, da una idea con quiénes se oponían, una postura que deberíamos tener presente”, dice Toño Castro todavía indignado y recuerda que respondió públicamente a esas descalificaciones.

Pero también lo mejor era seguir adelante. “Armamos una programación variada, no totalmente indígena, pero sí nacional con ritmos muy mexicanos. Nos hicimos de una muy buena biblioteca, también de algunas donaciones. Teníamos la colección de los pueblos indígenas de México y una bibliografía contemporánea sobre temas indigenistas en general. La gente visitaba el local”.

DESATAR PROCESOS COMUNITARIOS

Hubo muchas experiencias enriquecedoras y procesos que desató la radio. “En principio empezamos a hacer avisos comunitarios, a falta de un noticiero real. Muchos avisos sobre la misma población. La gente pronto se hizo partícipe de la radio. Compartían saludos. Se hizo autónomo, se hizo comunitario. Ellos iban a dejar las cartas a la radio, llegaban descalzos.

Recuerdo especialmente a Margarito May May, un escribano indígena que era de Oxiacaque. Todo el camino iba recogiendo mensajes en una libreta, anotaba cartas de todos los que se encontraba en el camino. Algo maravilloso. No era el único, fue de los más socorridos. Pude conservar las cartas de un solo día, eran más de cien”.

Reitera: “Andrés Manuel nos dejó en plena libertad. Hacía recomendaciones a veces. Que metiéramos algunos programas más relacionados con la Constitución, la historia de México y de Latinoamérica. Sobre todo de los movimientos sociales, de la lucha por la emancipación de los pueblos. Las luchas indígenas”.

“Ya desde entonces estaba haciendo un trabajo serio y comprometido. Tenía otros proyectos, la radio era una vanguardia. Me acuerdo de los créditos ganaderos a la palabra, también del programa de los camellones para rescatar las zonas pantanosas, que se continuó durante el gobierno de Enrique González Pedrero y se rescató, se hicieron bordos muy amplios. En fin, toda una avanzada. Fueron pocos años, muy intensos, con mucho compromiso”.