Daniel Santulli, alumno de 19 años de la Universidad de Missouri estuvo internado por meses debido a que fue víctima de lo que su abogado, David Bianchi, llama la peor broma de la historia, que ocurrió en una fiesta de la hermandad Phi Gamma Delta, en la que el estudiante tenía que “presentar sus compromisos” a sus “hermanos”. 

Durante la iniciación en octubre de 2021, los integrantes de la hermandad le pusieron un tubo en la boca a Santulli y lo forzaron a beber una botella de vodka completa y cerveza. En ese momento, el joven sufrió un paro y fue trasladado por sus compañeros hasta al Hospital Universitario, y fue dejado inconsciente al interior de un automóvil. 

A pesar de que los médicos lograron reanimarlo, las consecuencias fueron graves, ya que Santulli terminó ciego, mudo e incapaz de moverse. El estudiante estuvo conectado a un respirador artificial durante los primeros días en el centro médico, y su sangre contenía un nivel de alcohol del 0,468 por ciento, es decir, cinco veces más del límite legal en Estados Unidos. 

Por lo anterior, los doctores diagnosticaron un daño cerebral masivo a Santulli, un estado que en la actualidad lo mantiene totalmente dependiente de su familia para sobrevivir. 

Personas allegadas a Daniel Santulli demandaron a la fraternidad y a 22 estudiantes por el incidente, sin embargo, ninguna autoridad se encargó de la broma. No obstante, la Universidad de Missouri prohibió a los involucrados la entrada al edificio escolar debido a las faltas cometidas contra la víctima. 

Hasta el momento se cuenta con dos nuevos estudiantes que fueron identificados entre los acusados de haber forzado a Santulli a beber alcohol, tratándose de Samuel Gandhi y Alec Wetzler. 

El 20 de junio, el abogado de Santulli pidió una moción judicial para añadir a estos integrantes de la fraternidad a la demanada, cuya petición fue aceptada por el juez de la causa.