La escultura fue encontrada hace tres décadas durante unos trabajos de introducción de drenaje en la colonia Llanos de Canícuaro, municipio de Tacámbaro de Codallos y pasó a manos de un particular antes de que el INAH pudiera recuperar la estatua de escala natural. Hasta ahora.
Fue hallada en Tacámbaro donde se asentó una de las principales ciudades del Irechequa, área de dominio de Tzintzuntzan del gran señorío tarasco; imperio que rivalizó con el mexica en el centro de México. Abarcó parte de los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Guerrero, Sinaloa, Guanajuato y
De acuerdo con el investigador del INAH José Luis Punzo, quien dirige el proyecto de investigación en el municipio desde 2016, el hombre-coyote está hecho de basalto y mide 1.08 metros de altura por 45 cm de ancho, de factura uacúsecha, parte del señorío tarasco.
El hombre-coyote se encontraba en la casa de la familia Hernández quienes no contaban con concesión de uso, trámite necesario para la custodia de acuerdo a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. De este modo el jefe del Departamento Jurídico de la representación estatal del INAH hizo la gestión necesaria para la recuperación de la pieza tarasca. Estado de México, pero con mayor concentración en Michoacán en el periodo Posclásico Tardío (1400-1521).
Hay ya una colección de una decena de figuras de hombre-coyote encontradas en Tzintzuntzan e Ihuatzio con rasgos similares a los de la pieza recuperada, “pero de menores dimensiones, que van de los 40 a los 50 centímetros” declaró Punzo, razón por la que destaca la escultura recuperada, única en su clase.
Para la cultura tarasca los coyotes eran importantes debido a su predominio en las obras del señorío de Tierra Caliente, ya que se han encontrado la mayor parte de estas esculturas en Ihuatzio (lugar de coyotes). Se tiene como hipótesis que las esculturas podrían representar una dinastía que gobernó el lugar incluso antes de los uacúsechas (linaje del águila). “ahí hay un punto que solo la arqueología y futuros trabajos de investigación podrán responder”, concluyó el experto.
La pieza se encuentra en la casa de Artemio Moriya Sánchez, presidente municipal de Tacámbaro de Codallos en lo que el Instituto define y ejecuta el proyecto de conservación para poder ser integrada a la colección arqueológica del museo comunitario del ayuntamiento.
- 03:00 p.m. Sospechoso robo a Unión de Taxis
- 02:00 p.m. ¡El golpe avisó!
- 01:00 p.m. Volcado y abandonado
- 12:00 p.m. Le dio la garrotera en ‘las compras’