Ziraldo y mi primer libro
Las tías son sus mejores aliadas porque ellas son las que más compran los libros a la sobrinada y que escribir literatura infantil es más difícil, pero más lúdico, divertido y envolvente
Estos días de guardar, encerrado en casa, recordé que el primer libro que leí se llama “Los diez amigos”. Lo leí cuando estaba en segundo grado de primaria, allá por el 73 (que viejo me leo).
El libro apareció en casa, no supe cómo llegó. En casa no había muchos libros, recuerdo el “Libro de oro del declamador universal”, de Homero de Portugal, que mi padre guardaba en un cofre y que, a veces, lo sacaba y me daba a leer.
El de “Los diez amigos”, me lo leí de una sentada; es breve y trata sobre los dedos de la mano. Siempre, en mi recuerdo, me quedaba la impresión que dicho libro formaba parte de la prehistoria de los libros de superación personal. Y, apenas ayer, me puse a hurgar en Google. El autor, olvidé su nombre en todos este tiempo, firmaba como Ziraldo y era/es brasileño. Si aún vive debe tener 90 años. Y no, no es un libro prehistórico de la superación personal, no; lo es de la literatura infantil en nuestro continente. Ziraldo Alves Pinto, en 1994, se definía, guardando distancia, de la manera siguiente: “Soy un autor para niños, viejo. No un viejo que escribe para niños. Esta es la carta de presentación de Ziraldo, un creador de 62 años, que después de dedicar gran parte de su vida al diseño, el periodismo, la publicidad, la dramaturgia y la caricatura, se quedó con los libros para niños, que él mismo escribe e ilustra”.
Estilo
Las imágenes que la red de redes me regala sobre la portada en el libro en cuestión no es la que yo había guardado. Recuerdo una portada amarilla, con las manos y sus diez dedos.
Hay una con ese color amarillo, y solo un dedo, pero es una edición muy posterior que pertenece a “Los libros del Rincón”. Las portadas que aparecen en su mayoría son de ediciones brasileñas.
“El Polilla” es el título más conocido del autor; en su país, en el 94 llevaba ya 50 ediciones. Para Ziraldo el libro para las y los niños no sólo debe gustarle al infante, la familia toda lo debe disfrutar.
“Flicts”, otro de sus libros, es la historia de un color que busca su lugar en el mundo, “un espacio donde su color sirva para algo, o que la realidad se amolde a su color”. Publicado cuando el hombre invadía la luna por primera vez, cuentan que Neil Amstrong leyó “Flicts” y buscó a su autor y “le dijo que le había maravillado y le aseguró que la luna era entera de ese color”.
Dice Ziraldo, que las tías son sus mejores aliadas porque ellas son las que más compran los libros a la sobrinada y que escribir literatura infantil es más difícil, pero más lúdico, divertido y envolvente.
- Me emociona saber que de niño yo tuve en mis manos un libro escrito por este personaje. #LoQueViveElQueLee.