LA OREJA DE MICO
¿De qué sirve la mañanera?
Ayer, mi estimado colega, Raymundo Riva Palacio precisó que quedan poco menos de un año de mañaneras. Quiero aprovechar su comentario para ahondar en el cuestionamiento: ¿han servido las Conferencias de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador?
Antes que otra cosa, dicha retroalimentación me permitiré hacerla con los comentarios de mis colegas "mañaneros", desde los que simpatizan en totalidad con el movimiento Obradorista, hasta los que llevan años realizando periodismo en los medios de comunicación más vigorosos de este país (en consecuencia, por obvias razones evitaré citar nombres).
Empezaré por una de las grandes quejas entre la "fuente presidencial", realizar "gestorías" para que sean atendidas directamente por el mandatario o miembros del primer círculo presidencial. La premisa empleada -dado lo anterior- es que al ser una Conferencia de Prensa, estos ejercicios deberían estar prohibidos, sin embargo, hay que destacar que gracias a estos posicionamientos, AMLO ha podido ayudar a gente que en verdad lo necesita, e incluso atender temas que sus colaboradores muchas veces omiten.
Otro de los puntos más polémicos, es la democratización de los medios de comunicación, entre los cuales se permite preguntar a cualquier persona acreditada; si bien, en algunos casos, la lisonjería resulta más que evidente, en ocasiones genera que López Obrador pueda contestar los cuestionamientos más duros contra su gobierno, o incluso atender problemas en ciertos municipios y Estados que -en ocasiones- la prensa calla derivado de convenios de publicidad.
Si bien, la mañanera para algunos tendrá ventajas y para otros desventajas -claroscuros-, lo cierto es que en un país con 127 millones de mexicanos, con un abstencionismo de casi el 33% del electorado (en la elección del 2018) es indispensable la politización de la población.
Dicho de otra forma, "la prensa se regula con la prensa". Han pasado mil 768 días de la administración Obradorista y mil 215 mañaneras; quedan 363 días de gobierno y 253 Conferencias de Prensa.
POST-IT
Ante los ataques en contra de -la corcholata capitalina- Omar García Harfuch sobre la influencia de sus antepasados en su actuar, el exfuncionario me aclaró que cuando él nació, su abuelo Don Marcelino García Barragán llevaba tres años fallecido; y en el caso de su padre Don Javier García Paniagua, solo pudo convivir seis años y nueve meses antes de que un infarto se lo arrebatara. @diegoecedillo