Ancianos, discapacitados y hasta niños, estos grupos vulnerables que en muchas ocasiones han sido abandonados por sus familiares y el Estado no es capaz de otorgarle sus derechos básicos, frecuentan todos los días el Centro Histórico de Villahermosa para pedir unas monedas que sostengan sus necesidades básicas. Al no poder realizar una actividad laboral por sus limitaciones físicas o el cansancio de los años, no tienen otra opción que vivir de la caridad. Las siguientes imágenes nos invitan a no ser indiferentes con estas personas que seguramente hemos visto más de una vez cuando visitamos la Zona Luz.

La mayoría son abandonados por sus familiares.

Sus limitaciones físicas no les permite laborar en algún empleo.Para muchas personas simplemente pasan desapercibidos.