Cuando todas las personas en el mundo tengan una buena calidad de vida podremos estar en condiciones de evitar el desastre de ser demasiados para el mundo y de que la maldición de la pobreza permanente se perpetúe.
La gran cantidad de habitantes en la Zona Metropolitana del Valle de México y la falta de agua en las cuencas de Lerma y Cutzamala contribuyen a agravar la escasez de líquido