HAY DÍAS EN QUE ES BUENO no hacer nada. Solo mirar el mundo desde una hamaca. O sentado en el balcón. O tirado en la sombra bajo un árbol. Y tener listo el café y el pan a la mano. O una buena jarra de limonada. Lanzar la mirada al más allá de la nariz. E imaginar todo lo que hay, aún un poco más al...