Grecia está en una ruta empleada por los traficantes de personas para llevar a quienes huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia hasta la Unión Europea.
Desde agosto, miles de migrantes, la mayoría de ellos procedente de Oriente Medio, intentaron llegar a los países de la Unión Europea a través de la frontera con Bielorrusia