El Papa Francisco, sentado en su silla de ruedas, hizo un llamado con el puño a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, la cual se abrió ante él en total silencio.
La reina Isabel II, de 96 años, y el oso de Paddington sorprendieron a los espectadores al compartir un té cálido en el Palacio de Buckingham en honor a sus 70 años de servicio.