SIEMPRE QUE MIRO a un hombre o mujer, me fijo en todo lo que se puede mirar en ellos. Y con esos datos tengo material para hacer historias de vida. No lo que ellos vivieron, a tanta no llega mi capacidad. Pero sí configuro personajes de una novela. Miro su rostro, si es abatido, confundido, o alegre...