¿Qué pasa con los museos, y el público de verano, en Tabasco?

• La pregunta es la misma en cada inicio de nuevo sexenio y en cada temporada de verano: ¿Por qué son tan pocas las visitas de tabasqueños a los museos? La formulan algunos especialistas y la responden otros en sordina o en voz alta, mientras la comunidad cultural se distrae en comidillas alucigenadas, algún acierto y pifias de cualquier cuantía. El respetable público no mira los museos como parte de la construcción de eso que llaman identidad o ciudadanía.

• En los comentarios de oportunidad emitidos en las redes sociales virtuales, proponen las posibles razones adversativas: el personal que atiende no está capacitado, baja calidad en la agenda de actividades que los convierte en recintos aburridos, centralización, los museos y galerías son vistos como vitrinas turísticas para la selfie de ocasión porque no tienen una metodología didáctica de apreciación y conocimiento.

• Ante la pregunta expresa ¿Qué más se puede agregar a esto?, todos coinciden en que, sin duda, se debe a la falta de presupuesto para los museos, descoordinación entre las dos principales instituciones que los tienen bajo su resguardo: Secretaría de Cultura Choca y INAH, estrategias de creación de público y visibilización del acervo para enfrentar el desinterés de la propia ciudadanía que no encuentra una ligazón entre los museos, la casa, el salón de clases y su identidad cultural.

ALGUNAS RAZONES

El historiador y especialista en cultura popular Arturo Alvarado, refiere que la ausencia del público en estos recintos puede ser por varios motivos, pero propone por lo menos tres razones:

"Uno, falta de difusión y promoción: la Secretaría de Cultura no ha podido impactar en la difusión, debido a la falta de un programa de actividades que sea atractivo para los habitantes. No existe comunicación, mucho menos promociona las colecciones (arqueológicas, históricas y artísticas) de forma interactiva y didáctica".

• Las personas -comenta el especialista tabasqueño que actualmente coordina el programa de radiofónico Historia del trópico en la estación "La voz de los chontales" FM 98.7- siguen creyendo que los museos solo son repositorios de antigüedades y no los estiman como espacios que impulsen la reflexión y el diálogo para repensar sobre la historia que compartimos.

"Dos, las condiciones no adecuadas: si algo reclama el público es la infraestructura deficiente. En los últimos años el Parque Museos La Venta ha estado en el punto de observación y crítica de la opinión pública (...), existen reportes de las condiciones del corpus arqueológico ya que presenta microflora (líquenes, micromusgo, etcétera) en su superficie y la gente los señala como ´sucios´."Tres, no existen programas educativos: los museos parecen operar de forma automática, sin ninguna intención de generar actividades para reforzar el aprendizaje. Las pocas visitas guiadas que se ofrecen no son especializadas, y no se manejan bajo un guion científico que pueda resolver las dudas de los usuarios; tampoco existe la oferta de realizar ejercicios que sean atractivos para los usuarios".

EL PESO DE LA INERCIA

• Durante el sexenio de la transición política en Tabasco 2013d-2018 encabezada por el político Arturo Núñez, avalado por el obradorismo anterior al cuatroteismo, se esperaba un cambio significativo en la Política Cultural pero en realidad lo que ocurrió fue la consabida inercia en es este rubro: mantener el barco a flote. Y la llegada del morenismo cuatroteista se convirtió en la postergación necesaria, por un lado, debido a las aspiraciones políticas que impusieron cambios en el gobierno, y por otro por la pandemia de Covid 19 que impactó al sistema de cultura local.

• A bote pronto, los comentarios en redes sociales virtuales, donde ahora se recoge el "el sentir popular", en los museos y galerías no hay buen trato, no hay tecnología pedagógica: "No hay visitas en línea inteligente ni creativa hacia el público local".  En los municipios no hacen falta museos, lo que hace falta es descentralizar la oferta: que los museos salgan a los municipios para que los tabasqueños sean conscientes del patrimonio que resguardan.

• El doctor Rodolfo Uribe Iniesta señala que "no hay una promoción inteligente ni creativa hacia el público local por parte de la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Educación y CORAT de que puede ser entretenido y disfrutarse. No hay exposiciones temporales que mantengan el interés". El especialista en cultura yokotanob refiere que faltan actividades lúdicas y pedagógicas, un programa de visitas guiadas para grupos de primaria y secundaria. "Por un lado hay la ´incultura petrolera´ que junto con los sectores populares están secuestrados por la cultura comercial de los medios. A la burguesía culta, que está colonizada, no les gusta lo local como por el ejemplo los trabajos de los jóvenes de Tamulté o del arte tipo Marcio López, sino un arte enajenado y simplificado.

"Hay que trabajar mucho con los jóvenes y hacerle ver a jubilados y personas mayores que es una buena manera de pasar el tiempo y entretenerse. Recuperar los proyectos con que comenzó el sexenio la Federación de fomento a la lectura y los talleres de 7 Villas o como se llama. Y un buen plan para los centros integradores que se piensan revivir".

¿CUÁLES MUSEOS HAS VISITADO?

• Tabasco tiene una lista nada despreciable de recintos museísticos, y entre ellos, varios importantes como el Parque Museo de La Venta, el Museo Regional de Antropología y Museo de Sitio de Comalcalco, Museo de Sitio de Pomoná. Muchas voces señalan la ausencia de un museo del agua, un museo de ciencia, un museo universitario, un museo del petróleo y un museo de la ciudad Villahermosa, pero todo eso son asuntos de la ficción cultural. En torno a los museos de patrimonio arqueológico la lista podría ser mayor si se toma en cuenta que hay más de mil sitios en todo el territorio tabasqueño. ¿Pero cuántos museos tenemos, los conocen todos?

• Muy poca gente ha visitado todos ellos, aunque seguramente todos han comprado un boleto para entrar al Parque Museo de La Venta que es el estandarte de los museos tabasqueños, y al mismo tiempo, el dolor de cabeza de las autoridades culturales locales desde hace dos décadas porque aún no saben qué hacer con respecto al intemperismo que somete a las piezas colosales expuestas al aire libre.