Participa Tabasco en reforestación histórica

Cada zona tiene una extensión de 50 mil hectáreas; en Tabasco son 150 mil hectáreas, con 60 mil productores y sembradores que reciben cada uno como apoyo 5 mil pesos mensuales, de los cuales son 4 mil 500 en efectivo y 500 para un fondo de ahorro”.

Explica que el programa no está en Agricultura “porque es un programa social, que busca el bienestar de la gente del campo, con un componente ambiental, de salud, de ahorro; es integral.Busca el desarrollo de comunidades sustentables en el Sur-Sureste y el próximo año se va a abrir a otros estados del país”.

GRANDES BENEFICIOS, CONTROL ESTRICTO

Sostiene la especialista en Ciencias Forestales que en Tabasco “la respuesta ha sido extraordinaria” y abunda: “Invito a quien quiera visitar las zonas para que lo vean.

Durante un recorrido de Javier May Rodríguez, subsecretario de Bienestar y responsable nacional de Sembrando Vida, estuvimos en Monte Grande, Jonuta.

Es una comunidad de población indígena en su mayoría y en donde hay 500 productores en el programa; casi toda la comunidad. Tienen su vivero comunitario.  

Dicen que están contentos porque con estos viveros, se conocen entre ellos, se ponen de acuerdo para el riego, la composta, la colecta de semilla.

SIT.- Ha habido casos donde se han talado árboles para entrar el programa. ¿Ocurre en su región?

LCC: No. Las reglas de operación dicen que el programa va a áreas agrícolas, ganaderas o áreas que son acahuales bajos y que se les dejó de dar manejo o tuvieron una milpa y tiene de 4 a 6 años que no siembran. Los acahuales bajos sí se pueden tumbar, pero un acahual maduro de 20 años, de 15 años, o una selva, no. Tenemos Técnicos Sociales y Productivos que vistan los predios para validar las condiciones. SIT: Dice que Sembrando Vida es agroforestal, ¿por qué?

LCC: Mezcla la agricultura con siembra de árboles maderables y frutales, y busca rescatar la milpa tradicional que es un cultivo asociado, del maíz con el frijol, yuca, calabaza. Hacer algo que se llama la MIAF, que es la milpa intercalada con árboles frutales, como sucede en los cacaotales.

SIT: ¿Han rechazado algunas solicitudes? LCC: Sí, como por ejemplo uno que eran seis acahuales maduros y otra donde registraron un terreno, y ya lo habían vendido, por lo que llegó el nuevo dueño a decirnos. Esto pasó en algunos ejidos, pero nos apoyamos en los comisariados ejidales, en los consejos de vigilancia; tenemos también apoyo de los visitadores agrarios, para verificar la situación de la tenencia de la tierra. platican, van a la parcela y hacen el diseño de lo que se va a sembrar.

SIT: ¿Qué cantidad de árboles sembrarán este año? LCC: Unos 20 millones en promedio; en 2020, esperamos sembrar 25 a 30 millones. A finales del año próximo debemos tener en mi zona 50 millones de árboles. Si lo multiplicamos por las 13 zonas del país es un número impresionante: más de 500 millones de árboles en dos años, algo que ningún país ha hecho en términos de reforestación a nivel mundial. Nada más en mi zona tenemos 497 viveros comunitarios. Estoy segura que en algunos años México se va a llevar todos los premios internacionales de ecología, porque es un programa real, no sólo para tomarse la foto.

CIEN MILLONES AL MES SIT: ¿Tienen vinculación con las universidades y los centros académicos?

LCC: Yo tengo comunicación con el Instituto de los Ríos, con la UJAT. Queremos hacerlo con el área de Biológicas, porque tenemos muchos terrenos que se inundan en la cuenca del Usumacinta. Un foro de investigadores nos ayudaría a hacer un mejor trabajo.

SIT: ¿De cuánto es la derrama económica del programa?

LCC. A nivel regional en Los Ríos es de 100 millones de pesos cada mes, en los cuatro municipios. Se entregan de forma directa, no hay intermediarios. A Balancán llega la mitad del recurso mensual: 51 millones 135 mil pesos, ya que es el segundo municipio con más extensión territorial de Tabasco, y donde se inscribió más gente. Le sigue Tenosique con 35 millones de pesos, Jonuta con 15 millones de pesos y Emiliano Zapata con 5 millones de pesos. Es un recurso que se queda en la región y queremos que fomente el buen consumo local, que no se gaste en productos chatarra o en bebidas embriagantes.

SIT: ¿El programa puede evitar que la gente emigre?

LCC: Otro de los componentes es lograr que las nuevas generaciones se queden en sus comunidades, que no tengan la necesidad de emigrar por falta de fuentes de empleo. Con Sembrando Vida se aseguran ingresos a corto, mediano y largo plazo. Así se logrará el arraigo cultural, la autosuficiencia alimentaria y fortalecer las econo

SIT:¿Han intentado entrar al programa con varios terrenos o meter a nombre de sus familiares?

LCC: El programa es para fortalecer las estructuras familiares. Hay ejidatarios que tienen dos y media hectáreas, y nos dicen que se las quieren dar a sus hijos para que las trabajen; o el pequeño propietario que tiene 50 o 100 hectáreas y quiere que entre su esposa o su hija, y puede firmarles el usufructo por 10 años para entrar al programa, eso sí se puede.

SIT:¿Algún propietario quiso meter a sus trabajadores?

LCC: Ocurre. Fue algo muy áspero con los dueños de la tierra porque nos tenían que asegurar que esa persona la iba a trabajar, que el recurso y el producto de la tierra era para éste, además de que estuviera fuera de su horario de trabajo como empleado. Hay empleados que acusan que el dueño le quitó la tarjeta o le ha pedido dinero. Hemos mediado; donde no se soluciona son dados de baja del programa. Sembrando Vida es un programa social, para productores pequeños, bajos en la línea de bienestar y con productores medios. Para los productores grandes hay otros programas.

SIT: ¿Se les ha dado prioridad a árboles nativos y especies en peligro de extinción?

LCC: Es una línea de acción, promover árboles maderables propios de cada región del país. Tenemos una base que se llama Comunidad de Aprendizaje Campesino (CAC), en el cual se integran 25 productores de la misma comunidad, que se conocen entre ellos, que son familia y tienen su parcela cerca, y con su Técnico Productivo mías locales. Por ejemplo, con el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, hay becarios trabajando en Sembrando Vida en sus mismas comunidades, de la mano con el Técnico Social o el Productivo. Tienen su beca, están aprendiendo y están en su comunidad. Los productores que están contentos porque trabajan ahí ellos con sus esposas, y sus nietos están trabajando en el vivero como becarios.

SIT: Retomando las especies nativas, ¿son parte prioritaria del programa?

LCC: Así es. Por ejemplo hay un gran entusiasmo en recolectar en un ejido llamado Ramonal, en el Plan Balancán, y ellos nos dijeron que había muchísimo Ramón (oxté, ojoche), de ahí su nombre. Tiene muchas cualidades, porque el fruto lo utilizan como aditivo para la masa de la tortilla o hervido con sal, y tiene un valor nutritivo muy alto y es muy bueno para la vida silvestre. Si el ejido quiere tener una Unidad de Monitoreo Ambiental (UMA), y hacer ecoturismo a futuro, les conviene rescatar todo esto. También hay productores que tienen borregos y ganado y quieren producir leche, el follaje del árbol es muy útil. Habrá parcelas de la milpa intercalada que van a tener Ramón y se va a aprovechar el follaje y el fruto. Es un árbol típico de la selva, vamos a tener paisajes agrodiversos, y una gran restauración ambiental para la zona.

SIT: Un aprovechamiento integral.

LCC: A través del programa podemos aprovechar al máximo los recursos económicos para los productores. Como los de maíz, que tienen precios de garantía. Nada más en Jonuta habrá 3 mil hectáreas, y las mujeres dicen que con el excedente de maíz ya no van a tener que comprar harina, harán tortillas a mano, pozol, y van a comprar más pavos, gallinas, puercos, entonces la familia va a comer mejor.

SIT: ¿Que lleguen a ser comunidades autosuficientes?

LCC: Sí, el objetivo es que a los 5 años haya un empoderamiento total de los sembradores, que sus parcelas ya sean productivas. Ahorita las milpas ya están produciendo; los frutales deben hacerlo a los 4 años o 4 años y medio, los maderables ya puedan ser explotados, y que a partir de estos 4 años haya un despegue total. Que ya no necesiten del programa.

SIT: ¿Los maderables ya pueden ser explotados en 4 años?

LCC: Para carbón y leña, sí. Por ejemplo en el Tinto, se cortan las ramas y sirven para eso; otros necesitan más tiempo. Se está rescatando mucho el Popiste que es muy apreciado para largueros, para las construcciones rurales. Se contará con Cedro, Caoba, Jabín, y de frutales se van a rescatar todas las especies tropicales posibles: guanábana, chico zapote, zapote mamey, caimito, icaco, cacao. En la zona de Los Ríos hay sólo en el patio familiar y queremos impulsar la siembra de plantaciones de 1 o 2 hectáreas, como lo hay en La Chontalpa y rescatando la vocación de la propia zona.

SIT: Usted es catedrática de la UJAT, ¿este proyecto es un reto personal?

LCC: Pedí un permiso sin goce de sueldo, daba clases de ecología forestal. Sembrando Vida es como una extensión de estar con mis alumnos. Los productores son otros alumnos a los que les hacía falta un programa así, de verdadero desarrollo social y no pasajero. Soy de Balancán y recorro los municipios, Tenosique, Emiliano Zapata y Jonuta.