Palma de aceite, un motor de desarrollo

De acuerdo a estadísticas de Femexpalma, por superficie sembrada en Tabasco, el municipio de Balancán posee el primer lugar, albergando el 22.7% (6,084 has) de las plantaciones del estado, seguido de Emiliano Zapata, con el 17% (4,580 has) y en tercer lugar, el municipio de Huimanguillo con el 13.1% (3,504 has), seguido de Macuspana con 13% (3,485. 1 ton).

Es por ello que la palma de aceite es presentado en Tabasco como un importante motor de desarrollo económico y estabilidad social, a pesar de la oposición de ambientalistas que advierten sobre el riesgo del monocultivo y la pérdida de fertilidad en el suelo. Varias regiones cuentan con las condiciones edafoclimáticas, es decir, homogéneas en sus características necesarias para el crecimiento de este cultivo oleaginoso.

AUGE EN EL MERCADO

Datos obtenidos por el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), detallan que el precio del aceite de palma crudo en el primer semestre del 2021 es de dos mil 592 pesos; mientras que el palmiste tiene un precio de 977 pesos. Sin embargo, algunos especialistas sostienen que con el valor de la fruta en la actualidad, se debe de producir anualmente 320 mil toneladas para poder seguir al menos vivo en el negocio. Se tienen que producir, mínimo, 15 toneladas por hectárea.

La palma africana tiene una vida productiva a partir del tercer año y termina entre el año 25 y 30, con racimos de fruto durante todo el año. Una hectárea del cultivo, en etapa madura, puede generar entre 20 y 30 toneladas de fruto fresco, dependiendo de la ubicación, del clima y de la calidad de la administración de la plantación.

La cosecha de la palma africana tarda cuatro años en alcanzar la madurez, después de los cuales produce racimos de frutos rojos, los cuales pueden procesarse para obtener aceite que se utiliza en productos como jabón, maquillaje, margarina, dulces, algunos alimentos procesados y biodiesel.

Una sola palma necesita por lo menos 30 litros de agua diarios; por lo cual se requieren suelos profundos, fértiles con buena estructura, bien drenados y dependientes ligeros. Este es otro tema de polémica.

En Macuspana y Jalapa existen lomeríos con suelos de colores rojos y amarillentos, lo cual indica que son suelos profundos, sin problemas de inundación o encharcamiento, de buen drenaje interno y superficial, medianamente fértiles. Se afirma que la palma de aceite se puede desarrollar sin mayores problemas.

Esta planta necesita un abono que contenga nitrógeno, fosfato y potasa, con magnesio y micronutrientes y que estos sean de liberación lenta para que sean absorbidos mejor por las raíces.

La adecuada fertilización de la palma de aceite es necesaria para los rendimientos de fruto y de aceite, también para la prevención de enfermedades y ataque de plagas que afectan el cultivo.

Las grandes empresas de alimentos tienen la mira puesta en el agro, por lo que corporativos como Pepsi, Modelo, Heineken o Danone son algunas de las compañías que han apostado a pequeños productores para hacer más rentables sus productos, hasta pactar la compra de las materias primas, algunas de las cuales, como los granos, han tenido subidas de precio durante este año. Siempre existe el riesgo de la especulación y la sobreoferta.

En abril, Pepsico presentó Agrovita, un programa de tres años para enseñar a los productores prácticas agrícolas regenerativas y apoyar a 920 productores de plátano, cacao y palma de aceite en los estados de Tabasco y Chiapas. Afirma que uno de los objetivos es que los productores aprendan a interactuar con otras compañías, con el fin de que sus mercancías les generen mayores ingresos.

INVADE LA ACADEMIA

Por la producción de palma de aceite en la entidad, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), trabaja en un manual de insectos fitófagos para productores e inventario de las especies que afectan a dicho cultivo.

Como parte del subproyecto “Diagnosis de especies insectiles con potencial de daño en el cultivo de Palma de Aceite en Tabasco, México”, el profesor e investigador, Rodolfo Osorio Osorio, realizó un total de 70 muestreos en nueve plantaciones de Tabasco, recolectó varias especies que no se habían reportado antes como insectos que causan algún tipo de daño en el cultivo.

El investigador, adscrito a la División Académica de Ciencias Agropecuarias, indicó que el objetivo del estudio fue buscar, recolectar e identificar taxonómicamente los insectos que causan algún tipo de daño en las plantaciones.

Comentó: “Lo interesante de todo este estudio es que hemos encontrado muchos enemigos naturales que afectan a estas especies fitófagas, que evitan que expresen su potencial poblacional y daños, entonces el siguiente paso de esta investigación es precisamente identificar taxonómicamente los enemigos naturales, sus niveles de parasitismo o depredación y qué otros factores favorecen un buen control biológico por conservación en las plantaciones”.