El obispo de Tabasco, Gerardo de Jesús Rojas López, consideró que una buena educación y el compromiso por parte de la familia para evitar ambientes agresivos y violentos entre los niños, podrían ayudar a disminuir los altos índices de inseguridad en un país.
Y es que aunque aclaró que siempre habrá personas encargadas de resguardar la seguridad de las personas, no es el caso seguir creando menores violentos para que al final del día se conviertan en criminales y que sea una situación sin fin.
Lo anterior después de los asesinatos ocurridos durante el fin de semana en Huimanguillo, donde el director del Instituto Tecnológico Superior de Villa La Venta fue asesinado por presuntamente un ajuste de cuentas.
“La violencia nos ha rebasado, necesitamos poner atención en qué estamos haciendo mal, no todo son las autoridades, también nosotros necesitamos poner de nuestra parte”, sentenció.
Señaló que estos actos vienen a ser un reflejo de violencia en el hogar, de un mal matrimonio, entre otros aspectos que van ocasionando en los niños la falta de conciencia por el respeto al prójimo e incluso, del desconocimiento de los derechos humanos.
En ese sentido, hizo un llamado a las familias tabasqueñas para aprender a educar con amor y responsabilidad a los hijos para hacerlos hombres de bien y evitar en ellos el resentimiento y odio que al final solo vendrá a afectar sus decisiones en la vida adulta.
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