Inundaciones: un problema permanente
El constante fracaso de los planes aplicados es porque no se les da una continuidad sexenio tras sexenio, por eso fracasan y hay que cambiar ese método
En la primera parte de esta entrega, el doctor Firdaus Jhabvala advirtió sobre la pérdida de un concepto general del tema fluvial; los gobiernos ignoraron que los ríos no tienen fronteras. En esta segunda entrega de la conversación del especialista con el periodista Víctor M. Sámano, se aborda otro aspecto central del tema que ocupa a los tabasqueños. Transcribimos la colaboración del economista, financiero y planificador:
He visto muchos planes hidráulicos en Tabasco: en 1995, en 2003, 2007, 2013. En estos y en los anteriores se ven ciertas características que no permiten que cumplan con sus objetivos, no voy a cuestionar los propósitos porque pudieran ser mejores. El caso es que en México los objetivos se tratan de una manera política. Es como lo describió Carlos Hank González después una reunión: el trabajo está hecho, sólo falta la talacha. De esa manera trató el trabajo del gran político. Un gran error, porque separó la talacha que corresponde a toda la gente y es el 99 por ciento del trabajo.
En México persiste esa idea del que da las instrucciones. Todos los detalles del programa que son millones alguien lo va a resolver, cómo se va a hacer, cuándo, con qué personas, qué participación tendrá el pueblo. Eso para este tipo de políticos no es de gran importancia. Su estilo: “Ya di una instrucción que se haga un plan, unos bordos, dragados; tan es así que en nuestro país sexenal estos programas son temporales frente a un problema que es permanente.
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El río es permanente. No dice voy a fluir en el sexenio de Felipe Calderón, y no el de Enrique Peña y sí en el de AMLO. El río dice: voy a fluir una cantidad de agua que tengo. El método no es congruente con la verdadera resolución del problema. Porque ante un problema permanente tu traes un plan evidentemente sexenal. Entonces el siguiente gobernante va a decir que está mal hecho, no dejaron el dinero, son unos bandidos, etcétera. Lo mismo que escuchamos siempre durante toda esta historia. Todos han sido así. Se puede ir al plan que quieras, en su momento estaba cacareado como la solución definitiva. En eso Tabasco ha tenido mínimamente media docena de planes. Tal vez más.
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REVISAR POR QUÉ NO FUNCIONARON
La gran pregunta es: ¿Por qué terminan inundando al estado? Si tú vas a hacer otro plan, te corresponde preguntar ¿Por qué fracasaron todos esos otros planes?, por qué razones y tomar nota: faltó dinero, no tenía continuidad sexenal, vino la crisis económica, CONAGUA perdió interés, Hacienda dijo “para qué tiro ese dinero en Tabasco, mejor hago otro proyecto más productivo o político”. Hay que revisar las razones por qué no funcionaron. Si se va a hacer de la misma manera de los demás, simplemente como país, como estado, no estamos aprendiendo nada.
Por ejemplo, este plan ¿Se van a garantizar los recursos?, ¿Por qué medio?, y ¿Quién va a vigilar que estos recursos no serán cancelados? Es posible que durante el sexenio no se toque el proyecto del Presidente, pero una vez que se va, los proyectos se van con él. Es la historia de México. ¿Cuál proyecto de cuál Presidente ha perdurado del que se ha ido?
Yo creo que la clave está en cómo hacer que el plan traspase el sexenio, que sea permanente. Puede ser modificado, pero será sobre la permanencia que siempre habrá un plan, habrá personas que estarán atendiendo el problema, aun cuando no haya inundaciones en ese momento. Avanzar con las acciones que son necesarias para que el estado no se inunde. Si eso está en el plan, entonces será novedoso y fructífero, si no, el futuro del plan será similar al de los demás que termina en el desecho. Falta mucha acción estatal para garantizarlo y el estado debe buscar mecanismos y garantías.
EL RÍO ES PERMANENTE
Hay que esperar el nuevo Plan, pero independientemente de eso habrá que ver que tenga la viabilidad para ser permanente, porque el río es permanente, las precipitaciones son permanentes. No puedes tener un plan sexenal porque no estaremos a la altura de lo que la naturaleza requiere. Es muy importante el método, en la medida que el estado tenga su propia información, sus centros hidráulicos, que sí los tiene, porque yo recuerdo que la carrera de ingeniería hidráulica cuando daba matemáticas en el Instituto Tecnológico de Villahermosa en 1975 ya había; seguramente la UJAT tiene sus centros y así otros de cierta calidad que habrá que fortalecer. El dinero del plan debe ser para que las propuestas contra la inundación sean desde lo local, lo estatal, a lo regional, a lo nacional. No puede ser como está que la UNAM y el IPN vienen y hacen los modelos, cuando ninguno de estos ha vivido una inundación. Realmente en el papel están bien, pero que lo vean en la realidad. Es muy importante eso, porque si el estado no se involucra en la solución de su propio problema otros lo van a decidir. Los de CONAGUA pudieran vivir en Gaviotas o en el centro de Villahermosa entonces no habría inundación. Imaginemos a la esposa del funcionario de CONAGUA cuando vea subir el agua en la casa. (Mañana: la ventaja de tener a un tabasqueño en la Presidencia).