Inequidad en los empleos afecta a mujeres en sus salarios

A esta situación, dijo, se le suma la coincidencia de que cuando las mujeres terminan su formación profesional, la edad coincide con su etapa reproductiva, lo que representa que en muchos casos las mujeres detienen su carrera profesional, para dar paso a su vida familiar. 

En este aspecto, señaló que también existe inequidad, toda vez que desde hace 20 años se habla de democratizar a la familia, es decir, que las tareas familiares sean iguales para las mujeres y los hombres, sin embargo, se considera que la mujer trabaja 67 horas a la semana en las tareas del hogar, las cuales se consideran un trabajo no remunerado, en comparación a los hombres que sólo trabajan 23 horas a la semana en actividades relacionadas con el hogar. 

La también maestra en filosofía, resaltó que en la edad productiva, tanto hombres como mujeres, tienen la posibilidad de desarrollarse a nivel profesional y acceder a mejores salarios, y aunque también se considera un crecimiento en el acceso al trabajo, ni los cargos ni los salarios son los mismos. 

“Si es cierto que las mujeres han avanzado en el acceso a la educación superior, el ámbito profesional y laboral, pero sigue habiendo condiciones de desigualdad, porque realiza trabajos precarios, de contratos parciales, sin seguridad social y prestaciones de ley, por ende gana un menor salario”, puntualizó. 

Ante las condiciones sociales, refirió que el 56 por ciento de las actividades informales la realizan las mujeres, es decir, están sub ocupadas realizando actividades adicionales, ya sea venta de productos por catálogo o de comida, como alternativa laboral, o para poder ganar un poco más. 

TRABAJAN MÁS, GANAN MENOS 

Informó que de acuerdo a las estadistas nacionales, de las personas ocupadas en Tabasco, las mujeres que reciben de 5 a 10 salarios mínimos sólo es el 35 por ciento, lo que indica que los hombres tienen un salario superior. 

“Las mujeres no solo trabajan más, sino que ganan menos, existen mejores condiciones para ellos por que entre más va subiendo el número de salarios mínimos que se gana, va disminuyendo el número de población de mujeres, lo que indica que tras años de lucha por la igualdad y la equidad de género, aun se siguen registrando condiciones de desigualdad, estructurales y culturales”, apuntó. 

Isabel de los Ríos, expuso que se ha avanzado en el acceso de las mujeres en cargos de poder, ya que cada día hay más regidoras, legisladoras, consejeras, y presidentas municipales, entre otros cargos, no obstante, así como se ha logrado que el acceso de la mujer a la educación y al trabajo ha llevado más de 40 años, asimismo, el acceso de las mujeres a más puestos de decisión llevará treinta o cuarenta años más para ver los resultados y ver quiénes acceden a estos puestos de decisión, pues es necesario legislar y administrar a favor de un cambio cultural y estructural, para generar verdadera equidad e igualdad. 

CRECE VIOLENCIA 

Y es que aunque en los años 90 ya se había logrado una cierta legalidad en relación al respeto a la vida, y los sistemas judiciales castigando a responsables de violencia contra las mujeres, este delito ha ido creciendo. 

Externó que la crisis económica, el encierro de los últimos dos años, salarios precarios y la pérdida del empleo, la inflación, es decir, que al tener menor dinero se tiene menos acceso a los bienes de consumo, son las causas que generan violencia en cualquier tipo de personas. 

Manifestó que durante el periodo de pandemia, se disparó en un 23 por ciento la violencia dentro de los hogares, contra mujeres y niños. 

Asimismo, indicó que se considera que según la encuesta nacional de adiciones a sustancias, el índice se incrementó un 22 por ciento en mujeres, y un 32 por ciento en hombres. 

Isabel de los Ríos, subrayó que el problema en este país no es la corrupción sino la impunidad, y el camino para erradicar la desigualdad y la violencia contra las mujeres, es cumplir la ley. 

“Hay que educar personas que respeten la ley, y cuando no se respete la ley se tiene que imponer el orden, se una cultura de la legalidad, de transparencia, que la gente cumple con la ley, pero en este país reina la impunidad, todo mundo hace lo que le da la gana”, manifestó. 

Aseguró que el tema es educativo, no solo es al interior del hogar, sino también en la educación pública y social, se necesita educar personas, no empleados. 

“Educación, cultura de la legalidad y un sistema económico más justo para las comunidades y las sociedades, es lo que se requiere para lograr mejores condiciones de equidad social”, apuntó.

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