#HistoriasDePanteón Alma en pena de niña aterra a automovilistas

Cárdenas.- Cuenta la leyenda que de noche o madrugada, una niña de blanco aborda a media carretera a carros particulares, taxis, camiones de pasaje y de carga, en la carretera, especialmente a quienes viajan bajo influjo del alcohol.

En los años noventa empezó a circular la historia de que en la zona conocida como la ‘curva del diablo’ de Nueva Zelandia, se veía deambular a una niña vestida de blanco por la orilla de la carretera y cuando menos pensaban, los conductores ya la trían a un lado o en la parte trasera del automóvil, o simplemente se les iba sobre ellos.

Hace más de 25 años en esa zona vivía una humilde familia y mandaron a la pequeña “Mary” de compras a la tienda que se encontraba del otro lado de la carretera; al momento de que la menor caminara por la orilla de la cinta asfáltica fue arrollada por una camioneta que era conducida por un ebrio conductor, y es por eso que su alma pena por la carretera ante la vista de los automovilistas.

Ordenan evacuación inmediata tras desbordarse Río Acaponeta en Nayarit

Ramón “N”, tío de la finada quien vive a escasos 15 metros del lugar donde ocurren las apariciones, narró para Diario Presente que una persona cercana a él vivió la experiencia de la niña de blanco en la curva de Nueva Zelandia frente a la telesecundaria.

Señaló que su amigo durante toda una semana regresaba de los conciertos de feria de Huimanguillo cuando por ese sitio todas las madrugadas circulaba alrededor de las 3 de la mañana, pero sin percatarse la hora, y todos los días veían a esa niña frente a un samán justo a lado de la parada de pasaje de la escuela.

“La ven flotando, es una niña que con su cabeza sigue a los automóviles. Le extrañó al ver la hora y pensar que había sido eso”, señaló. “Había avanzado unos 400 metros cuando vio por el retrovisor que hasta el staff de Julión Álvarez se detuvo a indagar qué ocurría, ya que a algunos vehículos les fallaba el sistema eléctrico”, externó.

El taxista Alberto, mejor conocido como “El Beto”, en una ocasión trasladó a una mujer vestida de blanco con una niña del centro de Cárdenas al sitio, donde la vio desaparecer entre la telesecundaria. Este caso no sabe si tiene relación con la muerte, pero siempre trata de mantener viva esta experiencia que vivió en las primeras horas de una fría madrugada.