Producción de leche de búfala es un reto para Tabasco

Una de las principales oportunidades que tiene Tabasco en materia agroindustrial, es la producción de leche de Búfala para la creación de quesos por ser más nutritivo y digerible; pero sobre todo por el precio de adquisición que se tienen en el mercado internacional. 

José Friedrich García Mallitz, Secretario para el Desarrollo Económico y la Competitividad (SEDEC) señaló que la producción de leche de búfala es un gran reto para Tabasco, ya que en la actualidad no se cuenta con un hato ganadero de grandes proporciones. 

Indicó que en los mercados europeos, el consumo de los derivados de la leche de Búfala como son el denominado “Burrata” así como el “Mozarella” tienen gran demanda y su precio de adquisición es de casi el 150 por ciento más, que el costo en México. 

Por ello, señaló que en Tabasco hay una gran oportunidad de potencializar no solamente la producción del hato ganadero, sino que se puede comercializar la carne, la leche y los sub productos; ya que la entidad tiene las condiciones necesarias para el desarrollo y crecimiento de estos animales.

VENTAJA EN CONDICIONES CLIMÁTICAS

En revistas especialistas sobre la producción de ganado Búfalo dan a conocer que Tabasco, tiene las condiciones climáticas aptas para el desarrollo de esta nueva forma de ganadería que se introdujo desde el año 2012. 

De hecho, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural, da a conocer que la crianza de esta Raza de ganado se ha implementado como nueva alternativa de producción pecuaria; donde señalan que este animal rumiante doméstico y semiacuático originario de Asia. 

“Se ha adaptado bien a las praderas y campos mexicanos, además de que se considera de valor alimenticio; además que una de las principales ventajas es que crece en condiciones de terrenos irregulares e inundados”, señala el documento.

• Como alimento, la carne de Búfalo es una de las carnes con menos grasa, más nutritivas que hay, y puedes utilizarla para hamburguesas, asados, filetes y estofado; debido a que la mayoría de la carne de bisonte es criada en ranchos abiertos y alimentados con pasto, la carne contiene mucho menos, o ningunos, antibióticos artificiales, hormonas y esteroides que la res y otras carnes más comunes.