AMLO, la esperanza de millones
Debe cambiar el modelo para que haya desarrollo y soberanía, sostiene el fundador del Frente Democrático Nacional (FDN)
Con Andrés Manuel López Obrador tiene que haber un cambio positivo, para lograr un nuevo modelo de desarrollo que recupere la soberanía y atienda las necesidades de la gente, sostiene el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. “Es la esperanza y el mandato de 30 millones de votantes”, enfatiza.
Reitera su convicción de seguir participando para impulsar la democratización, al tiempo que advierte que criticar no necesariamente es ser opositor; se tienen que crear –dice- “los contrapesos con la presencia de una ciudadanía organizada”.
Durante una breve estancia en Villahermosa, el tres veces candidato a la Presidencia (1988, 1994 y 2000), accede a una conversación en exclusiva con este diario en el contexto del relevo presidencial en México.
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Víctor M. Sámano L.- Ingeniero, en 1985 ocurre un sismo que toca el corazón de la República, y en el 86 comienzan una serie de movimientos telúricos en la política, que en el 88 dan como resultado el inicio del desmantelamiento del viejo sistema.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.- En efecto, en 1986 termino mi responsabilidad al frente del gobierno de Michoacán, y es entonces cuando iniciamos con un pequeño grupo de amigos y compañeros lo que posteriormente dio lugar a la denominada corriente democrática. Ya desde mucho antes habíamos expresado nuestra preocupación por la defensa de los principios fundacionales del PRI Este fue el comienzo.
VMSL.- Esta corriente tuvo un trabajo crítico hacia el interior del PRI. ¿La respuesta a principios de 1987 fue su expulsión del partido?
CCS.- No se trató propiamente de una expulsión, pero nos hablaron fuerte al grupo. Nuestra lucha era por un cambio en las políticas. Queríamos una mayor atención a los programas sociales y desde luego que el partido, el PRI, empezara a democratizarse en sus decisiones importantes como era la selección de candidatos. Una reacción ante la imposición que ya estaba a la vista. Y esto chocó no solo con el partido, sino que chocó con el régimen en términos generales.
VMSL.- Había una inconformidad creciente porque abandonaban los postulados de la Revolución Mexicana.
CCS.- Así es, justamente buscábamos que hubiera más atención a los problemas de la gente; en este caso teníamos la certeza que si el PRI se abría, íbamos a tener un impacto en la democratización del país, pero no se logró en ese momento. Entonces, se tuvo que ir a una lucha más larga que pasó por las elecciones de 1988 con la integración de un Frente Democrático Nacional. Es reconocido por propios y extraños que en el 88 hubo un fraude electoral, aunque lo importante en este caso es que la gente siguió luchando. Es decir, que la gente recogió la impresión, el conocimiento en la elección del 88 y en toda la campaña del 87 y 88.
VMSL.-Usted menciona la campaña de 1987, recuerdo, ingeniero, que usted realizó una gira por todo el país. Estuvo en Tabasco.
CCS.- En efecto, en ese momento el propósito era dar a conocer la Corriente Democrática todavía dentro del PRI. Buscábamos que hubiera un agrupamiento que exigiera a los dirigentes del partido -y de hecho también al entonces presidente de la República (Miguelde la Madrid)- un cambio democrático interno. Esto es lo que justamente no se logró, pero había que caminar más y había que ser más optimista porque los resultados de momento no fueron satisfactorios.
VMSL.- La respuesta fue la cerrazón dentro del PRI y del gobierno.
CCS.- Esto nos obligó a tomar otro camino, buscar la democratización siempre por la vía pacífica.
VMSL.- Manuel Moreno Sánchez decía que el cambio de régimen se iba a propiciar con una ruptura del entonces partido hegemónico.
CCS.- Así es, Don Manuel Moreno Sánchez tenía una visión muy lúcida del proceso que vivía el país. Fue una gente que desde un principio estuvo con nosotros, que empujó también el cambio democrático. Una gente que personalmente quise y respeté mucho. Moreno Sánchez fue, de alguna manera, precursor de la ruptura en el tricolor. A raíz de la masacre de 1968, siendo destaco militante del PRI, criticó abiertamente al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Renuncio a ese partido y en fundó el Partido Social Demócrata que obtuvo su registro en 1981, un año después fue candidato a la Presidencia pero sólo le reconocieron el 0.21% de los votos totales. Fue entonces cuando expresó su convicción que sería premonitoria: sólo de una ruptura profunda del tricolor saldría una oposición competitiva.
CAMBIOS MUY IMPORTANTES
A mediados de 1986, los ex dirigentes del PRI Rodolfo González Guevara y Porfirio Muñoz Ledo impulsan lo que sería la Corriente Democrática, a la que se suma Cárdenas Solórzano y personajes como Ifigenia Martínez, Carlos Tello Macías e Ignacio Castillo Mena. A pesar de los reclamos de democratización, el 4 de octubre de 1987 fue declarado oficialmente candidato del PRI a la Presidencia un miembro del bloque conocido como los tecnócratas, Carlos Salinas de Gortari. Esta imposición precipitó la ruptura en ese partido y la nominación de Cárdenas Solórzano primero con el apoyo de dos pequeños partidos con registro: el Popular Socialista y el Auténtico de la Revolución Mexicana, y posteriormente de diversas agrupaciones de izquierda y grupos sociales.
VMSL: Ingeniero, un hecho determinante fue que el movimiento que usted encabezaba logró agrupar a las oposiciones progresistas en un solo frente, en una candidatura común.
CCS: Así es. El Frente Democrático Nacional (FDN) reunió a varios partidos políticos. El último fue el Partido Mexicano Socialista, que venía de la fusión del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y del Partido Mexicano de los Trabajadores. Se suma un mes antes de las elecciones a esta coalición al igual que una serie de organizaciones sociales y políticas.
VMSL: El triunfo sobre el viejo régimen que iba abandonando las banderas que dieron origen a la Revolución Mexicana no sería de la noche a la mañana. Inclusive se puede decir que las aparentes derrotas abonaron el camino de la victoria, las de 1988, 1994 y 2000.
CCS: Así es. Tuvimos que seguir insistiendo, organizándonos, sumando voluntades, y en 1997 vino un cambio importante, a partir no solo de la exigencia política, sino de la crisis económica. Tuvimos una crisis económica que se llamó el “error de diciembre”, fue una crisis económica que tuvo serios efectos de carácter social, mucha inconformidad de la gente, y el gobierno de vio obligado a buscar también válvulas de escape. Una de ellas fueron los cambios en las leyes electorales, en la comisión del Instituto Federal Electoral (IFE), que se volvió autónomo, que ya no lo presidiera el secretario de Gobernación. También se comienza a abrir los medios de comunicación para la oposición.
VMSL.- Fue entonces cuando usted gana la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, la primera vez que ese cargo se somete a las urnas.
CCS.- Esto Fue un hecho histórico en muchos sentidos. Se reconoce el derecho de los habitantes de la capital del país a elegir a sus autoridades, la oposición gana también en lo que entonces era la Asamblea Legislativa del gobierno de la ciudad. De igual manera se rompe la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Cambios muy importantes que se logran a partir de la elección de 1997.
VMSL.- Lo que abona el camino para la alternancia.
CCS.- Sin duda, se demuestra que es posible un cambio por la vía de las elecciones. Aunque siguieron las resistencias.
VMSL: Usted ha dicho: participaré donde sea más útil. Se le reconoce como una voz autorizada en todo este proceso, ha mantenido también una conducta crítica.
CCS.- Desde luego se puede ser crítico sin que necesariamente se esté militando política o partidariamente en un grupo de oposición. Ser crítico no quiere decir en automático ser opositor.
UN CAMBIO DE MODELO
Los historiadores coinciden en que la ruptura interna del PRI es más visible cuando en ese partido se dividen dos grandes bloques: “los tecnócratas”, identificados con el neoliberalismo que le da más importancia al mercado, frente a “los políticos”, quienes siguen los postulados del movimiento revolucionario y nacionalista, con énfasis en el papel del Estado como rector. El inicio del “neoliberalismo” se ubica en el régimen de Miguel de la Madrid (1982-1988), consolidándose durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1982-1994).
VMSL.- Usted se ha opuesto abiertamente a lo que conocemos como los tecnócratas, ¿qué requiere el país desde su perspectiva?
CCS.- Falta un cambio en este momento en el modelo de desarrollo que se ha venido aplicando en el país. Esto es, tenemos 40 años de dependencia cada vez más férrea en lo económico y en lo político. Principalmente de los intereses y las finanzas que dominan el gobierno de los Estados Unidos. Tenemos un régimen que es socialmente excluyente, por eso la pobreza, por eso las grandes diferencias de carácter social. Entonces lo que necesitamos es un cambio de modelo; esto es, no ser dependiente, que seamos un país que ejerza su soberanía y que decida sus políticas económicas, sociales y los cambios institucionales de acuerdo a los intereses del país, no de pequeños grupos.
VMSL: En este proceso, ¿ve usted a la industria energética como una palanca?
CCS.- Yo sigo pensando que independientemente de los cambios constitucionales o necesarios; como la culminación de un cambio, se puede y se debe empezar a implementar una política petrolera muy distinta a la que se ha venido aplicando. Una política energética distinta, petrolera en particular, donde se cuiden más las reservas, donde se garantice más el abasto nacional de crudo, donde disminuyamos gradualmente la importación de combustibles. ¿Porque esto?, porque ya en este momento se están importando casi las tres cuartas partes de los combustibles que se consumen en México. Y esto es ya una situación de pérdida de la seguridad energética, pero más que eso es un enorme riesgo de la seguridad nacional. Entonces el cambio de la política petrolera es indispensable.
VMSL.-¿Fundamental para cualquier proyecto
CCS.- Para cualquier proyecto que quiera avanzar social y económicamente en el país.
VMSL.- A la distancia de más de 30 años de esta lucha. ¿Qué le dice éste momento, el primero de diciembre cuando asume la presidencia Andrés Manuel López Obrador…
CCS.- Llega con una votación muy importante, con más de 30 millones de votos de respaldo. Pero 30 millones de votos que en el momento de manifestarse electoralmente estaban buscando y creo que siguen buscando un cambio en el país. O seguimos buscando un cambio en el país. Esto es, pretendemos que haya otro modelo de desarrollo, que haya más atención a las cuestiones de orden social, que haya por ejemplo: un impulso a la generación de puestos de empleos, pero de empleos formales, protegidos socialmente; no trabajos precarios en la informalidad, sino trabajos serios y donde tengamos una política económica que permita realmente aprovechar muchas potencialidades del país. Entonces lo que necesitamos es integrar las cadenas productivas, no que entren y salgan productos semi acabados para que finalmente se tenga un producto terminado de este o del otro lado de la frontera, sino que tengamos integradas nuestras cadenas productivas y que esto genere desarrollo de carácter regional y empleos sobre todo.
VMSL.- Esto es en materia económica; y en materia política quizá se tenga que dar pasos más sólidos para la reformulación del federalismo en el país.
CCS.- Coincido en que tenemos que hacer una profunda revisión de nuestra Constitución. Hay que rehacer, realmente reconstruir el Poder Judicial porque tenemos que lograr un Poder Judicial confiable, lo que no es actualmente. Autónomo, pero también confiable. Esto es que no hay confianza en las autoridades judiciales. Y por otro lado, se necesita garantizar que haya más participación de la gente en la toma de decisiones, tenemos que buscar que existan los contrapesos de la presencia de la ciudadanía organizada, eso y muchas cuestiones. De que haya un sistema de planeación por ejemplo, que se cumpla con lo que se ofrece hacer, con lo que se propone hacer; que esto tenga la aprobación del Congreso, que tenga algún tipo de supervisión ciudadana, que nos rindan cuentas de porque no se alcanzan metas o si se superan. Que haya responsables de que se cumplan los compromisos. Todo esto, me parece que son cambios que tienen que venir y muchos de ellos son cambios constitucionales.
AMLO Y LA ESPERANZA
VMSL.- Los 30 millones de votos, una lucha de décadas, un pueblo que año con año ha refrendado la esperanza de que si es posible el cambio. ¿Qué sigue?
CCS.- Creo que lo que tenemos que hacer es seguir participando y organizarnos cada vez mejor para que aquellas cuestiones que creamos son las que debemos de impulsar en el país las hagamos realidades, que no se queden en ideas.
VMSL.- Qué diría de Andrés Manuel López Obrador
CCS.- Confío que se hagan realidad, que se cumplan, sus ofrecimientos de campaña y que se logre un cambio positivo; un cambio en el ejercicio de la soberanía, en la atención de la gente. Creo que esta es la esperanza y el mandato de esos 30 millones de votos.