Abogados afectados por la pandemia siguen trabajando fuera de los bufetes jurídicos
Ha incrementado la sensación de estrés y ansiedad
Jonuta, Tab. El gremio de la abogacía: mujeres y hombres jóvenes y maduros reconocen que el trabajar en medio del Covid-19 los ha hecho más fuerte y sensibles de manera profesional y responsable para con sus clientes.
La incertidumbre generada por la pandemia, unida al aumento exponencial de trabajo en ciertas áreas, ha incrementado la sensación de estrés y ansiedad entre los abogados, reconoce el joven litigante en derecho penal, Heber Cabrera González
En entrevista con el SIT el nativo del poblado de Monte Grande, licenciado en Derecho, dijo que principio fue una locura relata.
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“Los clientes estaban asustados y llamaban con dudas para las que no teníamos respuesta”. Después, comenzó una época de mucho trabajo, principalmente en forma de tramitación.
Todo ello, agregó, en un contexto de absoluta incertidumbre, ya que se aprobaban normas “cada dos por tres” que cambiaban el panorama legal e incrementaba la preocupación de los clientes, aseveró.
Al final, acudió a una psicóloga para conseguir herramientas que le ayudaran a gestionar la situación. “Llega un momento en el que no puedes más”, reconoce.
Pero también indicó que la situación caótica de la enfermedad reveló que han experimentado un auge de las consultas compañeros afectados por estrés, ansiedad y otras dolencias psicológicas.
El entrevistado externó: “Al principio vino una fase de estrés, ahora estamos en la de agotamiento, y esta es la peligrosa” advierte.
Ya que la propia idiosincrasia de la profesión agrava la situación de los juristas, que normalmente se encuentran expuestos a altos niveles de estrés, jornadas interminables y un sistema en el que se mide al letrado por sus resultados, “sin tener en cuenta las circunstancias que lo rodean”, afirmó.
Asimismo, reconoció que los abogados “tienden a ser muy individualistas”. Esto genera muchas ventajas, como un mayor sentido de la responsabilidad y habilidad para resolver los problemas de forma autónoma. Pero también tiene un efecto dañino, ya que “a los letrados les cuesta más transmitir preocupaciones o pedir ayuda”, expone.
Destacó que los abogados jóvenes se han visto especialmente afectados mucha soledad, y cuando en la etapa que estuvieron paralizados los juicios fue muy estresante pensar en que podía quedarme sin trabajo en un contexto de crisis”, recuerda.
Después vino un pico de trabajo marcado por la vuelta a la actividad de los juicios, lo que requería atención sobre los plazos y revisar las notificaciones constantes, final, acabo desarrollando mucha ansiedad, concluyó.
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