El 66.4 por ciento de los tabasqueños carecen de seguridad social
Algunos con seguro prefieren lo “simi” porque no tienen que perder horas intentando sacar una cita
En Tabasco, el 27 por ciento de la población no tiene acceso a los servicios de salud y el 66.4 por ciento carece de seguridad social, de acuerdo con el Informe Anual sobre la Pobreza y Rezago Social 2023 elaborado por la Secretaría de Bienestar.
Además, la encuesta Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH) publicada este año por el INEGI, revela que en promedio cada hogar tabasqueño destina 865 pesos trimestrales para poder cubrir sus necesidades de salud.
Este rubro representa el octavo puesto entre los gastos que se hacen en las casas del estado, pues primero los tabasqueños destinan su dinero a los alimentos, el transporte, la educación y el esparcimiento, los cuidados personales, la vivienda, la limpieza y el vestido y el calzado.
Ante este panorama, muchos ciudadanos optan por los consultorios de farmacias y la compra de medicamentos genéricos para generar ahorros que les permitan tener dinero para cubrir otros aspectos de su vida.
Noticia Relacionada
En 2014, se estimaba que había en México 13 mil consultorios adyacentes a farmacias que ofrecían alrededor de 325 mil consultas diarias, atendiendo a casi 10 millones de pacientes al mes y empleando a 32 mil 500 médicos profesionales.
Noticia Relacionada
Para 2022 la cifra ya había crecido 18 mil en el país y a la fecha no se ha podido implementar algún plan efectivo para su regulación.
En Tabasco, de acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del INEGI, hay más de 200 consultorios médicos y por lo menos la mitad son del sector privado. Esto sin contar a los centros de salud administrados por la Secretaría de Salud.
Los consultorios de farmacia no sólo son buscados por baratos, hay personas que tienen derecho a ser atendidos en el IMSS o el ISSSTE, pero prefieren lo “simi” porque al menos así no tienen que perder horas intentando sacar una cita.
Otros recurren a estos lugares para conseguir una receta que les permita comprar medicinas a menor precio que de patente o porque no había en su institución de salud correspondiente.
Sin embargo, para los especialistas, este negocio ha abaratado demasiado los servicios de salud privados, en detrimento de los propios doctores, no garantiza la correcta atención del paciente y deja en evidencia las carencias de los servicios a cargo del gobierno.
SE VAN POR LO MÁS BARATO
Están en las colonias, zonas céntricas de la ciudad, así como poblados y rancherías, las farmacias particulares de la mano con los consultorios son la opción a elegir al momento de una enfermedad, indican tabasqueños.
- Un sondeo realizado por el Sistema Informativo de Tabasco, con la pregunta “¿por qué considera que es su primera opción recurrir al servicio particular en caso de una enfermedad ligera?”, 8 de cada 10 dijeron que por la inmediatez de la atención, debido a que el servicio médico público es muy tardado desde el tema de las citas y de las fichas.
- Sheila, quien es madre de un pequeño de dos años, respondió que es más fácil y cercano acudir con un doctor de farmacia particular porque así no pierde todo un día, en un intento de que su hijo sea revisado por un medicó y agregó además que las recetas pueden ser surtidas al momento, aunque se tengan que pagar las medicinas.
“Yo, en lo particular, acudo a la farmacia que tenga doctor, porque en el IMSS tardan mucho y a veces hasta para decirte que el médico que atiende el consultorio que te corresponde no llegó, no te va a atender, y pues si me queda cerca un doctor pues mejor lo llevo a ese, aunque tenga que comprar las medicinas” argumentó.
- Otra de las preguntas a las que los tabasqueños respondieron fue “¿Que tan seguido acude a una farmacia particular?” Y 5 de cada 10 señalaron que al menos de una a tres veces por semana, dependiendo de sus enfermedades y de los malestares, pues de acuerdo a sus respuestas toda una familia es atendida por un médico de farmacia en diferentes ocasiones.
Tila Valencia es una de las jefas de familia que hace uso de las consultas de dicha modalidad, porque padece diabetes y cansada de obtener la misma respuesta, prefiere realizarse sus chequeos de glucosa y presión en un consultorio adherido a una farmacia que pararse en uno de hospital.
“Antes sí llegaba, pero cuando me empezaron a decir que no había medicamento, que venga después y así me traían, gastando pasaje, tan pronto abrieron uno en mi colonia dejé de estar mendigando por sus servicios a los del ISSSTE”, expuso.