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EL CINE Y LOS TRASTORNOS MENTALES

Algunos de los trastornos mentales más frecuentes en la población han sido campo fértil para la industria cinematográfica. Desde psicópatas hasta bipolares, los protagonistas de estas historias han alimentado nuestra imaginación contribuyendo, a veces, a desestigamatizar la enfermedad. Sin embargo, otras muchas, también tienden a  ofrecernos una imagen distorsionada de ella. Así lo advierte el doctor Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona: “la mayor parte de películas y series dan una imagen deformada y amenazadora de los trastornos mentales. Aunque hay que admitir que hay buenos ejemplos”.

Las enfermedades mentales están a menudo asociadas a tabúes y clichés que no siempre son ciertos. Mostrar la realidad de las personas con estas enfermedades, visualizar su problemática y hablar de ello puede contribuir a mejorar su comprensión y aceptación por parte de la sociedad y de ese modo, luchar contra el estigma. Para ello, el cine puede ser una buena herramienta, ya que mediante las películas se pueden plantear cuestiones que ayuden a conocer estas enfermedades. Pero por otro lado, buena parte de las películas que plasman trastornos mentales, enfatizan, no siempre con justificación, conductas violentas, destructivas o predatorias, incluso, magnificando las habilidades dramáticas de los supuestos pacientes psiquiátricos.

Del mismo modo, en el cine, generalmente los temas representados en las películas tienen raíces en la sociedad misma. Las películas con psiquiatras y enfermos mentales abundan. La mayoría de las primeras interpretaciones tendían a ser negativas, lo que contribuía a la estigmatización de la enfermedad mental, o a ser demasiado positivas aumentando la desinformación entre el público en general. Afortunadamente, hoy en día hay un número creciente de películas capaces de proporcionar representaciones realistas de trastornos psicopatológicos, siendo razonablemente precisas y, por lo tanto, adecuadas para fines de enseñanza psiquiátrica.

Durante las últimas tres décadas, los profesores de psiquiatría han intentado usar películas como una herramienta educativa para enseñar a los estudiantes de medicina y residentes de psiquiatría sobre una serie de condiciones de salud mental. Las películas se pueden utilizar para atraer la atención de los estudiantes, enfatizar los puntos de aprendizaje en las conferencias e ilustrar los síntomas de un trastorno. El cine constituye no solo una importante fuente de entretenimiento, sino también una herramienta educativa y una influencia significativa en la actitud de las personas hacia las enfermedades mentales. (Psiquiatra/Paidopsiquiatra. Colaborador de PRESENTE)