SE HACE EL CAMINO AL ANDAR.

Ferdusi Bastar Mérito

Se iniciaba  el año de 1943, y llegaba al gobierno de Tabasco el Lic. Noé de la Flor Casanova,  un joven abogado teapaneco  de 38 años, salido de la judicatura, escritor y poeta, en cuyo período de apenas 4 años inauguró la Biblioteca José  Martí, hoy dependiente de la UJAT. Y se realizaron obras tan importantes como la construcción de la carretera Villahermosa-Teapa, la primera estructurada y pavimentada del estado, y casi se terminó la carretera  de Estación Chontalpa a Puerto Ceiba , ambas como complemento del Ferrocarril del Sureste  que comunicó   a Tabasco con el resto de la República.

 Durante su pequeño período Tabasco se comunicó e inició su integración por tierra al resto de la República, cuando solo se conocía la comunicación por agua o por avioneta.

En aquellos  años los tabasqueños disfrutaban las encendidas polémicas en  los semanarios El Censor, de Chema Bastar y el Hijo del Garabato, de Trino Malpica. En aquel renacer literario aparece el diario Rumbo Nuevo, bajo la atinada dirección de un gran humanista, el Lic. Manuel Antonio Romero, uno de los prohombres del periodismo en México.

Recuerdo que en  1959 pude convivir con don Noé en una inolvidable noche bohemia, en que disfrutamos de la trova yucateca,  saboreamos el xtabentún y brindamos con tequila en fondas de la Lagunilla, en la calle Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín, en que se cantó y hubo algunos versos. Porque don Noé fue un bohemio y un inspirado poeta.

Otro recuerdo de aquellos días en la ciudad de México es de mi querido amigo José Carlos Becerra, el laureado poeta tabasqueño, con el que me reunía los sábados en un taller literario sobre marxismo. Tardes del sábado en que soñábamos con esta utopía. Unos años después, reíamos cuando el poeta  y ensayista Agenor González Valencia cantaba La Internacional cuando veía pasar a algún norteamericano.

Y si era radical en mi juventud,  esto no ha menguado con los años. Todo lo contrario, se ha acrecentado, contradiciendo aquel dicho no recuerdo si de Bertrand Russell o Chuirchil en el sentido de que no había joven que no fuera comunista ni viejo que no fuera conservador.

Se hace el camino al andar. Y si caminamos juntos, llegamos más lejos.