Refinerías: compra México y construye; carrera contra tiempo, restablecer el abasto
*A finales del año pasado se aprobó la compra de Deer Park *Costó 12 mil millones de pesos, AMLO; mañana los detalles *Último tramo de las campañas; dirigentes, de pisa y corre
EL TEMA pasó por el Consejo de Administración de Pemex y a propuesta del director de la petrolera mexicana Octavio Romero Oropeza fue aprobada, “por unanimidad”, la adquisición de las acciones en poder de la empresa Shell de la refinería Deer Park, ubicada en Houston Texas. Hasta la fecha, México tenía la mitad de la propiedad de esa factoría. Este asunto será abordado ampliamente en la conferencia matutina de mañana miércoles por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Fue el mandatario federal quien ayer, mediante un mensaje videograbado, informó de la decisión. Explicó: “para que los mexicanos seamos dueños, nos costó 600 millones de dólares. Estamos hablando de alrededor de 12 mil millones de pesos, no crédito, no deuda”. De acuerdo a los consejeros fue un precio por demás conveniente para el gobierno mexicano.
Para algunos el anuncio fue sorpresivo, aunque el titular de Pemex, Romero, había adelantado durante su participación en la conferencia de Palacio Nacional el 12 de mayo que la refinería Deer Park estaba ya controlada por PMI Holdings, filial de la firma nacional.
REINGENIERÍA CONTRA RELOJ
EN AQUELLA ocasión, el funcionario señaló que Pemex realizaba una profunda reingeniería corporativa de manera que desaparecería su filial PMI Holdings BV, que mantenía un proyecto conjunto (joint venture) con la anglo-holandesa Shell. Dijo entonces que estaba cancelado el “viejo esquema” mediante el cual las operaciones de la refinería Deer Park se controlaba desde el extranjero. Esto no permitía una trabajar con transparencia.
La “reingeniería”, a la que se refirió Romero Oropeza, busca reducir de 25 a 10 las filiales que Pemex mantiene en el extranjero con PMI Comercio Internacional.
La desaparición de PMI Holdings BV se manejó con discreción. Fue discutida por el Consejo de Administración desde agosto pasado y aprobada el 2 de diciembre, según lo confirmó Romero Oropeza.
Esta compra de la mitad de las acciones de la refinería que compartía Pemex con Shell en Houston, Estados Unidos, desató ya un intenso debate, críticas y apoyos. La acción va en sentido contrario a lo que se estaba realizando desde el inicio del desmantelamiento de Pemex con Carlos Salinas de Gortari y que formalmente culminaría con la “reforma energética” de Enrique Peña Nieto.
PLAN CON MAÑA
DE ACUERDO a los registros de Pemex, el plan de privatización de las plantas de refinación constaba del abandono de la capacidad procesamiento –se llegó a menos de la mitad en promedio, aunque hubo casos por debajo del 15 por ciento-, y de la venta de sus activos.
Entre 2017 y 2018, al amparo dela “reforma energética”, el gobierno de Peña Nieto vendió dos plantas de hidrógeno ubicadas dentro de sus refinerías de Tula y Madero. Actualmente, señaló Romero Oropeza en la conferencia de principios de mayo, se estaban renegociando dos contratos mediante los cuales la petrolera “renta plantas de hidrógeno que antes eran suyas”. Se trata de recomprarlas, recuperarlas.
Explicó el directivo de Pemex que una planta de hidrógeno fue vendida a la firma Air Liquide, el 31 de agosto de 2017 por 52.7 millones de dólares; en tanto que a la compañía Linde es le vendió otra el 11 de abril de 2018, en 32.5 millones de dólares. Aseguró que la intención, frenada por el actual gobierno, era vender todas las plantas de hidrógeno del Sistema Nacional de Refinación. Ya estaban en tratos para rematar instalaciones en la refinería de Cadereyta.
En ese contexto ocurre el anuncio de la compra de la mitad de las acciones de Deer Park, para tener la totalidad del control. Aunque en el extranjero una, pero Pemex pasa a tener siete refinerías y, el año próximo, se pretende que entre en operaciones la octava, en Dos Bocas, Paraíso.
Un tema que dará muchos ángulos para abordarlo. Como le decía, en la conferencia matutina de AMLO estarán los consejeros de Pemex, entre ellos los dos tabasqueños José Eduardo Beltrán y Humberto Mayans. La operación de control mexicano de Deer Park se concretará a finales de año cuando reciba la aprobación de las reguladoras de Estados Unidos.
AL MARGEN
COMIENZA el conteo regresivo para las votaciones del 6 de junio. Faltan sólo trece días para la cita en las urnas (aunque el calendario del IEPCT advierte que faltan 11 días) y sólo le quedan nueve días a las campañas de proselitismo. De hecho puede adelantarse que desde este sábado y domingo los candidatos comenzarán a cerrar sus actividades para concentrarse en los preparativos de la “defensa del voto”.
Como usted pudo apreciar, los dirigentes nacionales de los partidos en la contienda le dan poca importancia a Tabasco, quizá en consideración de que en el mapa de la República sólo representa el dos por ciento de los potenciales votantes. Recientemente estuvo en la entidad Mario Delgado, líder de Morena, pero sólo cubrió un breve recorrido; lo mismo hicieron Alejandro Moreno del PRI y Marko Cortés. ¿Acudió Jesús Zambrano del PRD?, ¿o los dirigentes de otros partidos con cierta representatividad?
Lo cierto es que hubo en todo caso una notoria tensión entre las dirigencias nacionales y los grupos locales de todos los partidos. En el caso del PRI y PRD inclusive los representantes de los CEN metieron en conflicto las coaliciones ya encaminadas. Hay indicadores, por otra parte, que señalan que los nuevos partidos tienen dificultades una para lograr refrendar su registro. Ocurre en Tabasco y a nivel nacional las encuestas les dan menos del 2 por ciento necesario. (vmsamano@hotmail.com)