¡Qué vivan los estudiantes!

Imaginaos: gracias a que fui estudiante comprendo muchas cosas sobre la existencia humana

UNO

Me dicen que el 23 de mayo es el día de los estudiantes. Así que felicidades. Merecidas las felicitaciones. Todos ellos representan la esperanza de una sociedad mejor. (…) Siempre en este día pienso en los estudiantes que hacen muchos sacrificios para continuar. No, no es fácil cuando no se tienen las condiciones ni los recursos económicos para pasajes, libros, uniformes y colegiaturas. Entonces es doblemente meritorio quienes a pesar de todo ello siguen con su afán de labrarse un futuro mejor.

DOS

Imaginaos: gracias a que fui estudiante comprendo muchas cosas sobre la existencia humana. No mucho, es cierto, pero algo, lo suficiente que me permite saber de mi origen y destino. Gracias a mis padres que me llevaron a la escuela primaria, secundaria y me apoyaron en la escuela Normal para ser maestro de escuela. Dejaron de comprarse cosas para ellos para comprarme a mí cosas que necesitaba en lo personal. ¿Cómo no voy a agradecerles? Mi condición de estudiante me hizo navegar (no naufragar) con velas desplegadas en el mar de la esperanza cuando mi adolescencia. Y navegar jubiloso en mi incipiente mundo del amor de pareja.

TRES

¡Ay de aquellos que creen que con la ceremonia de graduación allí termina el ser estudiante! Estos desarrollarán laboralmente una profesión mediocre, mediana, con un tope muy bajo y se quejarán de su mala suerte. Porque habrá quienes intuyeron que ser estudiantes es de toda la vida, que la graduación apenas les libera de algo (por si fue un peso como loza), pero que el conocimiento de su área de estudio es cambiante y hay que estar en capacitaciones y actualizaciones siempre.

CUATRO

Pero el Día del estudiante y hay que celebrarlo. Hacerlo de la mejor manera. Por uso y costumbre se celebra de la secundaria para arriba, porque los de primaria y preescolar tienen su Día de la niña y del niño. (…)

CINCO

Hay una película mexicana que precisamente se llama El estudiante (si no la ha visto, se la recomiendo)… La estelariza el magnífico Jorge Lavat. Y sé que hay quienes no les gusta que la cuente. Y no lo haré. Solo que es una persona de 75 años que tenía el sueño siempre de estudiar en la universidad. Y a esa edad, contra todos los convencionalismos y obstáculos del qué dirán, decidió cumplir su sueño. No digo más. Así que nunca es tarde para cumplir su sueño de ser estudiante. (…)

SEIS

Celebren hoy los estudiantes oficiales, los inscritos en alguna escuela, algún plantel. Pero celebren asimismo los que sin estar inscritos acuden a la biblioteca, buscan tutoriales de Youtube, los que están en constante actitud de aprender, que son como un motor aliciente para el desarrollo de la sociedad. Porque se preocupan y ocupan

SIETE

Hay todo tipo de estudiantes. Los que buscan sacar diez. Los que sacan diez. Los que se esfuerzan mucho y sacan buenas calificaciones. Los que no se esfuerzan y sacan buenas calificaciones. Los que le caen bien a los maestros y son buenos estudiantes. Los que les caen mal a los maestros y sacan buenas calificaciones. Cuento que una vez yo estaba presentando un examen de matemáticas en la universidad. Y el maestro Catalino empezó a sacar a quienes exentaban. Uno por uno sus nombres. Y yo ni esperanza tenía que me nombrara a mí. Y terminó de nombrar. Y a mí no. Cuando me volteó a ver, quizá encontró en mi mirada una súplica, y finalmente me nombró. Y supercontento hacia afuera con un nueve, creo que inmerecido.

OCHO

Yo fui un regular estudiante. Bueno en secundaria y primaria de diplomas. Por allí me asomo a verlos como lejano recuerdo. En la Normal fui regular estudiante, quizá con promedio de 8.9, que era bueno, pero no como los que andaban de 9.5 arriba, que fueron super brillantes, y a quienes siempre he admirado. Me justifico. Me encantaba la música, la política estudiantil, el deporte y mi novia. Así que ocupaba mucho de mis tiempos libres en todo ello. No, para nada me arrepiento. Fabulosa toda esa etapa. (…)

NUEVE

En secundaria, por supuesto que sí. Pero prepa y licenciatura representan etapas maravillosas como estudiantes. Porque se trabaja para hacer realidad los sueños (que luego se estrellan con la realidad, pero eso es otra cosa). Se camina hacia utopías esplendorosas. Se tienen sueños de una mejor sociedad. Y hay quienes luchan unos años. Y hay quienes luchan toda su vida. Hay quienes se acomodan en su aspiracionismo a la triada maléfica y acomodaticia de casa, carro y familia. (No está mal, no está mal.) Y hay quienes como estudiantes sueñan con fortunas en el ideal de tener. Y hay quienes se conforman en la justa medianía como estilo de vida, invirtiendo su esfuerzo en el desarrollo de su yo interno (de su ser).

DIEZ

Y la lucha de las  jóvenes contra el acoso en preparatorias y universidades, es realmente maravillosa. Y la desaparición criminal de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, es ominosa y crimen de lesa humanidad. Y esos estudiantes que se han ganado un lugar para estudiar en el extranjero y los estudiantes que elaboran un proyecto que lo aprueba  la NASA. Y los que participan en deportes, oratoria, declamación, teatro, cine, deportes. Y los que se suman con ímpetu en los servicios sociales. Toda una gama de imágenes de los jóvenes. (…)