Pan y arte, visión para Tabasco (II)

Yo sueño que haya mejor salud de los tabasqueños en particular.

Pan y arte, visión para Tabasco (II)

YO SUEÑO QUE HAYA MEJOR SALUD de los tabasqueños en particular. Y muy bien la curativa, que cada vez requiere mayor inversión, sino también y principalmente en la medicina preventiva sobre cómo comer mejor, con más nutrientes y menos chatarra, que la publicidad trata de meterla a nuestro inconsciente por todas las vías. Se sabe de madres que en su concepto consideran que los niños deben y pueden tomar refrescos embotellados en su biberón.

YO SUEÑO QUE HAYA SEGURIDAD. Que pueda salir sin que nadie me ataque y asalte. Que toda persona no sienta miedo de caminar por las calles y colonias de la ciudad. Que ir y volver a la escuela y trabajo no sea preocupación de ser parte de las estadísticas de violencia y crímenes. Del fin de los cobros de piso, que es fuente de terror y aplastamiento de la salud emocional de los emprendedores.

YO SUEÑO QUE ASÍ COMO LOS FELIGRESES mantienen limpias las ermitas, templos e iglesias, lo mismo hagan con sus parques públicos, el frente de su casa, las escuelas y todo lugar público. Que sientan la escuela como verdaderamente suya (o nuestra). Se requiere difundir y comprender que la limpieza son hábitos eminentemente humanos, y que la basura debe tener un manejo inteligente. Requerimos recibir educación y capacitación sobre el manejo de la basura, con su reciclaje. Y mucho menos tirar la basura en carreteras, orillas de ríos, lagunas, arroyos y playas.

YO SUEÑO CON LAS PLAZAS PÚBLICAS nutridas de personas que por las tardes descansan, platican, sonríen y se divierten con espectáculos públicos. Sea que estos sean de ciudadanos independientes o sean promotores culturales. Que los grupos de teatro y musicales tengan facilidades para ensayar en lugares públicos. Que los concursos de poesía y oratoria sean en los parques públicos, y no en recintos cerrados donde el público son los mismos participantes y pocas veces sus familiares.

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YO SUEÑO QUE HAYA CAMINOS y carreteras en mejores condiciones. Que las obras que se hagan sean de la calidad correspondiente en el contrato. Que los asfaltos sean con material completo, y que los que van con cemento hidráulico sean con la mezcla completa, no disminuida y el grosor que corresponde sea con estándares internacionales. Que cuando se pavimenten calles en colonias, se verifique que haya drenaje y agua entubada. No que en muchos casos se pavimenta y luego se rompe para meter  el drenaje.

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UN CAMBIO DE GOBIERNO ESTATAL es una oportunidad de continuidad en lo bueno del pasado, que lo hay, y una ruptura radical con los vicios creados en el mal ejercicio del poder público. La campaña por venir debe ser el encuentro "de" los ciudadanos (ojo, no con los ciudadanos). ¿Qué diferencia hay en esta precisión? Que no es lo mismo llegar a la plaza pública y decir lo que la gente quiere escuchar y decir que  voy hacer, que escuchar los lamentos de los pueblos que han sido abandonados. Y dejar de lado las entusiastas e inviables promesas en el estilo de hacer campañas. Y dialogar sobre el diagnóstico que se tiene, de lo que sucede en todos los ámbitos. Claro, seamos realistas: para que haya caldo de pollo se requiere que haya pollo. Y es ganar el poder electoral primero, para luego conquistar el verdadero poder que es el apoyo popular de todos o la mayoría de los sectores organizados, para el empuje colectivo en el que se permitan las condiciones de poder ejercer un gobierno.

¿YA SOÑÉ? ATERRICEMOS A LA REALIDAD. Es necesario decir que no hay dinero que alcance para alcanzar lo que se sueña en lo individual y colectivo. Que no alcanzan los recursos para cumplir las metas de mediano plazo que comprenden lo por hacer en seis años. Pero no hay recursos que alcancen cuando hay corrupción, cuando no hay proyectos, ni imaginación ni creatividad, ni responsabilidad. Bien usado el dinero, con sentido de servicio público, con imaginar lo imposible para luego poder realizar lo posible, claro que alcanza.

LOS TABASQUEÑOS TENEMOS HAMBRE y sed de un sexenio muy diferente a los anteriores, uno de izquierda lúcida y visionaria. Porque si bien es cierto que hay miles de tabasqueños que tienen hambre fisiológica (de la barriga, pues) también ellos y  la mayoría tienen hambre y sed espiritual. Necesitamos que la cuarta transformación pase por todos los caminos y por todos los puntos cardinales del estado. Y el sexenio 2025-2030 es una oportunidad irrepetible. (FIN)




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