Nuestra UJAT cumple 64 años
Un primero de enero de 1879 se inauguró en Tabasco el Instituto Juárez, primer centro educativo de nivel superior en nuestra entidad
Un primero de enero de 1879 se inauguró en Tabasco el Instituto Juárez, primer centro educativo de nivel superior en nuestra entidad. La inauguración fue realizada por el gobernador del Estado, Simón Sarlat Nova quien, al parecer, donó la casa para el establecimiento del Instituto. Esta casa fue heredada de su padre Simón Sarlat García quien en ese domicilio había fallecido en 1877.
Con esta casa, ubicada en lo que hoy es la avenida 27 de febrero en Villahermosa, colindaba el domicilio de Monseñor José Ignacio de Peredo, quien fuera obispo de Yucatán. En ese domicilio falleció este monseñor Peredo por lo que calle colindante con el Instituto Juárez se llama hoy “Calle de Peredo”.
El discurso inaugural del Instituto lo dio el gobernador Simón Sarlat Nova. Y el ilustre y culto maestro, Manuel Sánchez Mármol, al tomar posesión como primer director del Instituto, brindó a los asistentes una hermosa y sabia pieza de oratoria en aquel memorable primero de enero de 1879.
A Francisco J. Santamaría, por ser un alumno destacado del Instituto Juárez, se le dieron unas cátedras en el mismo Instituto, y siendo gobernador de Tabasco editó la obra de Manuel Sánchez Mármol. De ella le envió el tomo I a don Alfonso Reyes, otro gigante de las letras. Este gigante universal había sido alumno precisamente de Sánchez Mármol en la preparatoria Nacional en la ciudad de México. Para aquellos lectores que no conocen mucho sobre literatura, con respeto les digo que otro gigante de las letras, el argentino Jorge Luis Borges escribió textualmente: “Reyes es el mejor prosista de habla hispana”. Y yo estoy totalmente de acuerdo con esa opinión.
Pues de este Reyes, de don Alfonso Reyes, fue maestro nuestro Manuel Sánchez Mármol, primer director del Instituto Juárez que años después, el 20 de noviembre de 1958, esta institución se convirtió en la Universidad Juárez de Tabasco y su primer Rector fue don Antonio Ocampo Ramírez, hombre culto y honorable. De eso, hace ya 64 años.
De ahí entonces que en este mes de noviembre nuestra Universidad Juárez Autónoma de Tabasco que hoy dirige de manera muy acertada Guillermo Narváez Osorio, actual Rector, ha organizado un amplio programa conmemorativo para celebrar el cumpleaños 64 de nuestra Alma Mater.
Pero antes de seguir narrándoles las crónicas y anécdotas en torno al Instituto Juárez y nuestra Universidad, transcribiré para ustedes la carta de agradecimiento que le envió don Alfonso Reyes a don Francisco J. Santamaría al recibir el tomo I de la obra literaria de Manuel Sánchez Mármol. En la carta fechada el 6 de marzo de 1951 y publicada en el periódico Rumbo Nuevo el 15 de marzo de ese año, Reyes le dice a Santamaría:
“Señor Gobernador y fino y respetado amigo:
Ha sido para mí conmovedora sorpresa el recibir el Tomo I de las OBRAS de mi inolvidable y querido maestro Sánchez Mármol, que el ilustrado gobierno de usted ha tenido la noble y hermosa idea de recoger. Agradezco a usted muy de veras el precioso obsequio. Muy poco conocía yo de cuanto aparece en este volumen, por graciosa comunicación de aquel hombre paternal y sabio que, en los días de mi adolescencia, supo y quiso acogernos en su amistad a mi esposa y a mí, discípulos suyos en la Preparatoria”.
Y sigue diciendo don Alfonso, hombre muy prolífico y con una muy vasta erudición, autor de la Visión del Anáhuac y de la muy bella traducción del griego al español de la Ilíada de Homero. Le dice a Santamaría:
“Muy efusivamente felicito a usted por haber tenido una inspiración tan feliz y por haber comenzado su realización con tanto acierto y tanto cuidado. Ofrezco a usted mis mejores votos y mi mano de amigo, respetuoso y cordial, Alfonso Reyes”.
Como anécdota les comento también que el periódico Rumbo Nuevo, donde se publicó la carta de Reyes, fue fundado en 1943 por otro gran tabasqueño, egresado también del Instituto Juárez. Hombre culto, periodista y revolucionario, Manuel Antonio Romero Zurita era conocido con el seudónimo de Gastón Lafarga.
Siendo alumno del Instituto Juárez, Romero Zurita fue encarcelado en 1914 por sus ideas revolucionarias y sujeto a proceso en la ciudad de México. De este y otros sucesos de nuestra máxima casa de estudios prosigo en mi próxima colaboración.