NOTA BENE

Este domingo será excepcional para Tabasco porque recibe al primer presidente de México que es de los nuestros: AMLO será un Choco, (con mayúscula), histórico.

Se le suma que además de venir a su tierra poco después de su toma de posesión, llegará con “un pan bajo el brazo” en forma de Refinería de Dos Bocas, que cubrirá todas las necesidades de trabajo para décadas, gracias a la multimillonaria inversión que se va a efectuar en los próximos tres años y a los réditos que producirá cuando comience a producir.

Será un domingo para celebraciones en todo el estado que previamente ha registrado las manifestaciones más grandes que se han producido en las últimas décadas en el estado por la falta de liquidez en los bolsillos de los tabasqueños por la crisis financiera o, sin regatear adjetivos, emergencia económica, que asola al gobierno del estado que no le ha permitido estar al día en los pagos de nóminas y prestaciones de sus empleados y padece de un colapso en los hospitales y en el sector educativo especialmente, aunque los problemas en este sentido se extienden prácticamente a todos los sectores del servicio público.

Por eso la fiesta por la alegría de recibir a AMLO como Presidente tendrá que dejar un espacio para la petición de ayuda y socorro que seguramente le harán muchos tabasqueños que esperan que “con un palabra tuya bastará para sanarme”. La alegría se va a empañar por la ausencia del dinero y la incertidumbre general que sufrimos en estos días y la única esperanza de solucionar esto, en plena época navideña, es la del paisano, Andrés Manuel.

Y todos estos problemas por la ambición desmedida por el dinero de algunos. Llamaba Papini al dinero estiércol del diablo. Se refería al gran dinero, no al que ganan con desproporcionado esfuerzo la mayoría de los trabajadores, que ese no llega a estiércol y se queda en cagarruta.

El poderoso caballero sigue siendo el amo del mundo. Otro escritor, el desdichado y arbitrario León Bloy, para vengarse de él, mejor dicho de su ausencia, nos dio una pista para indagar la opinión que Dios tiene del dinero: no hay que fijarse más que en la gente a quien se lo da en esa ofensiva abundancia.

Andrés Manuel López Obrador ya ha avanzado, en conferencia de prensa nacional de ayer jueves, que está en la mejor disposición para adelantar parte del presupuesto del año que viene para que se solventen las urgencias más perentorias. Esas emergencias son varias y la que más duele es la de los hospitales sin siquiera insumos para atender a los pacientes, pero lo que más sorprende es el hambre. Estamos hablando ahora de hambre en Tabasco. No sólo de hambre y sed de justicia, que también, sino de hambre física.

Por supuesto que el gobernador Electo, Adán Augusto López, ya se está haciendo una idea bastante aproximada del estado en el que se encuentra el estado de Tabasco para su desgracia. Todos confiamos en los dos tabasqueños, Andrés y Adán, para que, después de haber tocado fondo, consigamos juntos no solo salir adelante, sino lograr una aceptable calidad de vida gracias a los proyectos anunciados cuya bandera principal es sin duda la Refinería que comenzará a ser una realidad el domingo 9 de diciembre. Eso es lo que nos queda: La Esperanza sigue intacta.