NOTA BENE

Existen varios argumentos que manejan los contrarios a la construcción de la Refinería que olvidan los miles de puestos de trabajo, permanentes y bien remunerados, que traerá. Entre otros es que las pésimas condiciones ecológicas del planeta tierra, que padece un Cambio Climático temible,  que está provocando el deterioro del medio ambiente exponencialmente por el abuso en el consumo de productos derivados del petróleo, la tendencia mundial es el abandono de los combustibles fósiles para implantar las energías renovables.

En efecto las legislaciones de muchos de los países europeos contemplan, por ejemplo, que para el año 2040 no se podrán ni siquiera matricular vehículos de motor, y en el año 2050 no podrán definitivamente circular por las carreteras reconvirtiendo el parque vehicular. Coches, camiones, autobuses etc…serán alimentados por energía eléctrica.

Eso en el caso de las regulaciones más benévolas con la gasolina, porque hay países como Noruega que tienen previsto que para el 2025, es decir ya mismo, se prohibirá definitivamente. El gigante país de China ya está trabajando en la implantación de fábricas de vehículos eléctricos para invirtiendo miles de millones de dólares. Una revolución en este planeta que no está tan lejos, pero para la que todavía nos quedan unas cuantas décadas para llegar.

En este escenario, dicen los críticos de la Refinería, no tiene caso invertir en algo que tiende a desaparecer. Olvidan, sin embargo, que la refinería que está por construirse en Tabasco tiene un periodo de amortización de aproximadamente 20 años, con lo que el proyecto no solo es viable sino perfectamente rentable.

Además, aunque es claro que tendremos que adaptarnos más tarde o temprano a la reducción dramática de la extracción y refinación del petróleo, no está nada claro que en nuestro continente estos plazos se apliquen de la misma manera.

El mismo EEUU, por el momento, se niega en redondo a aceptar que sean estos combustibles los que provocan el Cambio Climático. Lo que si hay que tener en cuenta es que tenemos que prepararnos para lo que se antoja como inevitable, que es la Conversión Tecnológica y habrá que apoyar a la industria nacional para que transforme ordenadamente, fomentando el uso de estos vehículos eléctricos que conllevará otros cambios radicales en nuestra economía.

Por ejemplo las estaciones de servicio que surten gasolina irán incorporando cargadores de energía eléctrica y los mecánicos serán sustituidos por expertos en electrónica.

A la cabeza de esta revolución se encuentran los países asiáticos que, paralelamente, están experimentando otras formas de transporte de los ciudadanos como el alquiler de coches para recorridos cortos en las ciudades. Una especie de renta de taxis sin conductor que está teniendo un rotundo éxito.

En nuestro continente y especialmente en México los plazos se antojan más largos con lo que el margen es muy amplio y mientras tanto es muy conveniente que no solo extraigamos el petróleo, sino que además le proveamos del valor añadido de la refinación, sin necesidad de pagar a otros países por un producto que en nuestra tierra es abundante.