México, un modelo de desigualdad y despojo

Expone Mayans Canabal además que “México es el país más desigual en América Latina

Seguimos con otros aspectos importantes de la lectura de “Antimemorias. Testimonio de una época”, de Humberto Mayans Canabal (Porrúa, México, noviembre 2020). Así, apoyado en otra investigación, ésta de la organización Oxfam, publicada en La Jornada del 21 de enero de 2020, nos dice Humberto que seis de las personas más acaudaladas en México concentran mayor riqueza que la mitad de la población y que 62 millones y medio de mexicanos vive en la extrema pobreza.

Y que ese fenómeno de excesiva concentración de la riqueza en pocas manos, auspiciado por el modelo económico neoliberal, se da también a nivel mundial. Apoyado en la misma investigación Humberto nos refiere que la desigualdad está fuera de control en el mundo y da la siguiente cifra escalofriante: En el 2019, dos mil 153 millonarios en el planeta poseían más riqueza que 4 mil 600 millones de terrícolas. Apoyado en otra fuente, la CEPAL, nos informa que para 2017 la desigualdad en México había alcanzado niveles record: dos terceras partes de la riqueza estaba en manos del 10 por ciento más rico y el 1% de los muy ricos acaparaban más de un tercio de la riqueza. Y yo afirmo que esa minoría es la que hoy vocifera contra AMLO, pagando una campaña de desinformación, difamación, mentiras y hasta de groserías contra el paisano presidente, aprovechando la ignorancia de mucha gente.

Expone Mayans Canabal además que “México es el país más desigual en América Latina, y uno de los más desiguales a nivel mundial”. En base a datos de la conocida y prestigiada revista Forbes nos informa que la fortuna de 17 mexicanos alcanzó la cifra de 26 BILLONES, 650 mil millones de pesos en 2019. El que esto escribe lo dijo en otra colaboración aquí en Presente: DINERO SÍ HAY EN MÉXICO PERO NO ES PARA LOS MEXICANOS: NO ES PARA HOSPITALES O ESCUELAS, MENOS PARA COMBATIR EL COVID. ESAS FORTUNAS, MUCHAS DE ELLAS MALHABIDAS, SON DE UNAS CUANTAS FAMILIAS Y PARA CAPRICHOS DE SUS NIÑOS BIEN.

A esas familias lo que menos les preocupa es México y sus millones de jodidos. Pero sí les preocupa llegar a misa los domingos. Y todavía tienen el cinismo de cuestionar a AMLO, de desear que fracase en su lucha contra el COVID, “aman” tanto a México que desean que muera más gente por el COVID para que suba la estadística de muertos y “ponga en evidencia el fracaso” de AMLO. Desean que no crezca el país sin preocuparles que haya más desempleados, para que fracase Andrés Manuel en su política de desarrollo.

Yo les pregunto: ¿y qué pasó con “la mano invisible”, su sagrada tesis económica neoliberal?, esa que dice que para lograr el crecimiento económico no necesitan de la participación del Estado, en este caso de AMLO; según ese sagrado axioma neoliberal el mercado, su sagrada “mano invisible”, por sí solo hace maravillas. ¿Entonces para qué requieren al gobierno del paisano presidente para crecer?

Aademás, las condiciones desastrosas en que los prianistas le dejaron el país a AMLO, son para ponerse a llorar: la capacidad de maniobra con que cuenta el paisano es muy limitada para atender los problemas sociales e impulsar el crecimiento económico.

Humberto Mayans se apoya además en la autoridad moral y política de Felipe González, expresidente de España, para decirnos que el modelo de capitalismo triunfante ya es insostenible y que éste se está destruyendo a sí mismo. Que la sostenibilidad de este modelo está destinada al fracaso y que las sociedades no soportarán ya una nueva crisis económica.

SENADO, GALILEO, FOBAPROA

Más adelante, en un siguiente capítulo nos habla de su experiencia en el senado, experiencia que califica como su segunda escuela donde aprendió a ejercitar el quehacer político nacional. Luego aborda el asunto del FOBAPROA, conocido como el fraude del siglo. En esta parte Mayans no pudo ocultar su indignación: con estupor, con tristeza e impotencia veía, como senador y ciudadano, el tremendo trinquete y fraude que, sin ningún respeto a la ley, ni principio de ética habían tramado contra México, el presidente Zedillo, colaboradores, amigos y la mayoría de los miembros del senado; menos los del Grupo Galileo.

El Grupo Galileo estaba integrado por quince senadores, amigos todos de Luis Donaldo Colosio que en su mayoría, nos dice Humberto, participaban con una estrategia común y votaban en el mismo sentido. El que aquí escribe nunca supo el porqué del nombre Galileo y al leer el libro Antimemorias me entero que se nombraba así porque el domicilio donde se reunía el Grupo era en la casa del amigo y senador Paco Dávila ubicado precisamente en la calle Galileo y además porque el “…nombre nos permitía jugar con la idea de que el colosismo estaba vivo; Eppur muove (y sin embargo se mueve), con base en la fuerza de unidad y de nuestra autoridad moral”.

Nos comenta el autor que los senadores que integraron el Grupo Galileo, amigos de Colosio, no eran apreciados, ni bien vistos en Los Pinos, ni en Palacio Nacional y por ello se vieron en la necesidad de reagruparse y crear “…una estrategia para paliar el ninguneo del zedillismo”. Mucho por contar y explicar. Seguiremos.